martes, 14 de febrero de 2012

Día de San Valentin

Como era de suponerse, no creo en ésta celebración. Pero uno igual podría utilizarlo como excusa para demostrar amor: mentira, no necesitamos excusas.

Quería escuchar su voz porque estoy acostumbrado a ella, la necesito. Hablábamos, mientras interrumpí mientras compraba unos cds.
A tiempo, escuché su risa al otro lado provocada por otro hombre. Vino a mi mente las marcas ajenas en su cuerpo y su frialdad de las últimas semanas.
Recordé que cupido también se equivoca y que por eso siempre anda en pañales.
Dolió, pero no tanto. Que ría, sola.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Enamorado

Recordé que estoy enamorado esta noche.

Recordé que te amo.

Recordé que la vida es más simpática, entretenida, divertida, dolorosa, si estás.  Recordé que la vida es vida al fin sólo cuando vives en mi mente y juegas con mi corazón.  No soy masoquista (qué va!), sólo me gusta amarte y ya.

Recordé las buenas conversaciones, las largas discusiones y mis escritos a tu celular, a este blog y a mi corazón, dictándome de parte de la mente que te olvide.

Me gusta pensar que eres tú y no soy yo.  Que eres tú la que decide aparecerse en la mente y no yo el que no se olvida de ti.  De tu sonrisa, del abrazo (que no me diste); del beso (que prometimos darnos) y de los viajes que no hicimos.

Cuando uno se enamora, jamás se desenamora.  Sólo se desilusiona, busca enamorarse en otro lado, de otra persona, alguna otra vez.  Y punto.

Alguna de mis incógnitas más poderosas gira alrededor del amor, porqué no traer un chip que reconozca a nuestra otra parte.  Porqué no sólo amamos de forma automática.

Quizás porque eso dejaría de ser emocionante; San Valentín no tendría adeptos, este blog no existiría.  No sé.

Gracias por sonreírme.