viernes, 30 de diciembre de 2011

Felicidades. Brindis.


Uno piensa en qué escribir cuando noto que poco más de cien mil personas han visitado un sitio en internet para ver qué escribo; particularmente pienso en qué decir porque he estado un tanto "seco".

Quiero que el 2012 sea un tiempo de inicios, nada más.  Que no sea momento de terminar, sino de empezar.  Que no sea momento de continuar o concluir, sino de EMPEZAR.  NUEVOS INICIOS.

Quiero que la paz, la conciencia social, humana, la justicia imperen en nuestras mentes.  Que nos importe poco que los políticos tradicionales no colaboren con nosotros, seamos responsables individuales y exijamos concretamente.

Deseo que el 2012 sea especial.  Que si ustedes deciden amar, amen bien.  Que si deciden no amar, no lo hagan y se enfoquen en lo otro que decidieron.

El 2012 quiero escribir más historias, ponerme más sensible, tener más excusas.

jueves, 29 de diciembre de 2011

Mi blog

Éste es mi blog.  Soy guatemalteco, amo mi país.  He amado un par de veces a alguna que otra mujer en mi vida, en términos generales ellas me han pagado mal pero he sido recompensado con otras almas.

Amé, desde que tendría unos seis o siete años de edad a una niña que vivía cerca de casa (creo, nunca lo supe con precisión; en realidad: no recuerdo quién era claramente sólo las cosas que le dije).  Amé luego a otra niña que se asustaba con mis ideas "de adulto" de ser el uno para el otro el resto de nuestras largas vidas para ese entonces.

Amé, seguí amando, fracasando, fracasando.  Con todo y no me siento fracasado, creo que he encontrado el éxito: he amado.  Y he amado como he querido hacerlo; con deseo, con pasión, con placer, con romanticismo.

Me he encontrado con un par de mujeres que me han lastimado, espero que sin desearlo, sin darse cuenta.  No sé por qué me han lastimado, no comprendo si me he portado mal o si amar es dañino, pero así se ha dado la cosa.

Éste es mi blog.  Escribo lo que pienso, lo que siento.  Nunca aclaro tanto mi mente como cuando plasmo mis palabras por acá.

Éste es mi blog y ciertamente lo empecé a escribir como una excusa que se convirtió en vicio.  Hay una mujer dueña de la mayoría de las palabras que he escrito acá.  No sé dónde esté, si lee esto, si me piensa, lo que sé es que debido a mis errores (ella es adorablemente imperfecta) ella decidió ELIMINARME de su vida. Cero comunicación, cero todo.

Y yo amo.  Me siento orgulloso.  Amé.  En recompensa he sido amado encomiablemente.  Ojalá que no, pero quizás entonces ella ame y no sea correspondida.  Quizás se decida por fin a amar y le romperán su corazón.  Por Dios que no quiero eso.

Se nos fue el año.  SIN EXCUSAS.  366 días para ser mejores.  366 para aprender, crecer.  Eso traerá el 2012.

Gracias por leerme.  Prometo estar más cerca del blog! ahora he apartado mentalmente tiempo para esto que me gusta tanto.

Amé, amo y amaré. Gracias a quienes me han edificado para conjugar ese verbo en mi corazón.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Se fue

La muerte está de luto.  La pasión desapasionada.  Ella se marchó para no volver, él se odia por ser incapaz de retenerla.

Y es que cuando se nos escapa el amor de alguien no hay vuelta atrás.  Si la ilusión se fue, está decidida a no volver, así es la historia de esto.

La gente oye, él escucha.  Los demás ven, él observa.  Todos piensan, él razona.

Verdaderamente la felicidad no le acompaña.  La melancolía se hace presente.

El motivo? Ella se fue, pero es en serio.  Quizás nunca más la vuelva a ver.  No degustará más de su presencia, jamás tendrá el privilegio de ver su sonrisa, de escucharla hablar.

Él no sabe qué le hizo.  Ella tampoco, a decir verdad.  Ella decidió en su corazón marcharse para no volver, él se acomodó a la nueva condición de vida: sin ella.

Historia de todos

Él se obligaba a sí mismo a ser feliz; públicamente manifestaba su conformidad y hasta júbilo por la vida que llevaba, sus redes sociales 

se llenaban de amigos (muchos de ellos eran gente que él quería que fueran sus amigos por el estatus social, pero que no lo eran), 

aseguraba que sus errores no eran tal pues le habían dado experiencia y "todo" lo que hoy tenía. La verdad? Tenía amargo el corazón, 

era solitario, se sentía feo por no ser correspondido en el amor (en el fondo sabía que era feo, al menos que tenía sobrepeso, del cual 

también se obligaba a pensar que estaba bien porque quien lo quisiera, lo querría así) y triste.


Entre otras cosas, agregaba emoción a su vida, narrando con vehemencia sus actividades cotidianas vía Facebook, creyendo que así 

aparentaba algo que no era. La realidad era distante.

Mentía sobre todo. Viéndolo bien, todo era mentira y ése era el problema.
Publicaba y contaba aquello que le hacía quedar bien, y cuando un problema le agobiaba sólo escribía las cosas parcialmente porque bien sabía que de entre su lista de "amigos" habían muy pocos realmente interesados. O quién sabe, quizás sólo levantaba expectativas y sospechas para medir su popularidad pues le eNcantaba encontrar notificaciones.

Nunca escribió las partes feas que hacÍa. No decía "me equivoqué", sino esperaba la solución para agradecer "públicamente" a Dios por enmendar.
Él se odiaba. Hasta que supo amar.

En realidad, todos somos un poco así.  Quizás menos, quizás más.  Da igual, lo que no da igual es comprender por qué pasan esas cosas.

Él sólo quería ahuyentarse de él mismo, alejarse de su realidad que no soportaba, pensó que cualquier cosa a su alrededor que la dijera como se le daba la gana, funcionaría bien, al menos creerían su apariencia. 

Así nos pasa.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Aluciones

El 28 de cada mes es importante para mí, porque fue el día que la conocí.  Con exactitud, un mes de enero.

La verdad fue todo casual y sin pensar que la conocería.  Presentí, no sé por qué, que era especial, que era alguien importante y la cosa fue pasando natural, sin forzarla.

Con el tiempo noté que sus ojos eran admirables, que su sonrisa era poco forzada y que tenía muchas razones para ser quien es.  Con el tiempo también noté que aunque sí es importante y especial, es sobre todo por aquellas cosas que guarda su corazón y no por todas las cosas que puede hacer.

Almorcé algunas veces frente a ella y pensaba muchas cosas mientras le hablaba.  Disfruté sobre todo ser yo y apreciarla sin esas cosas que contaminan a los seres humanos y que tanto daño le han hecho a los hombres y las mujeres.  No habían máscaras ni tácticas (al menos no de mi parte) y tampoco mentiras o engaños y exageraciones por conseguir algo.  No tenía el objetivo de "convencer" a nadie, sólo quería estar ahí, porque en ese instante me sentía bien, cuando ella estaba allí.


Y quería tomarme un momento para hacerla sentir aludida, recordarle que lo más bonito de ella no es lo que he visto, sino lo que no he visto pero que sé está allí.  Que es imposible que alguna vez haya sido fea, como dijo alguna vez.  Pero sobre todo que las tertulias, las frabullosidades que se le ocurren y el agradecimiento por "además" ser bonita, siguen siendo importantes para mí.


Cada Lunes Santo, será inolvidable para mí.

Sobre la temporada

Ya otras veces he hablado sobre el consumismo enfermizo que provoca diciembre.  Pero ahora he observado un fenómenos especial: las personas se sienten muy solas en ésta época del año.

Acaso por el frío, tal vez por la sensación extraña de "compartir" y no tener con quién hacerlo (porque no se llevan tan bien con sus familias; o porque creen que compartir implica ese tipo de intimidad); otros más por el "aburrimiento" que representa no tener pareja.

Pero el punto es que en muchas personas aumenta el deseo, la necesidad, el sentimiento de acompañarse de algún modo.  Por algo dicen que es la época con más suicidios del año.  Se agudiza por la presión o autopresión, aquellas situaciones que están presentes a lo largo del año.

No sé, pero yo culpo a los bonos y dinero extra.  Es que ellos nos hacen sentir que debemos regalar algo (sin contar al señor obeso de la barba blanca y las múltiples "ofertas de fin de año") porque sino, no somos buenas personas.  Los convivios abundantes que son sólo excusa para ingerir alcohol, coquetear con la compañera prohibida del trabajo o para espantar la acostumbrada seriedad de oficina y timidez.

Casi son el grinch, aguafiestas o como quieran, pero no hay qué perder el control por cosas sin fundamento.