martes, 31 de mayo de 2011

Carta de alguien que es amado pero no puede corresponder porque ama a alguien más

Querida amiga:

Sé que me amas, sé que te gusto, sé que harías cualquier cosa por estar a mi lado, por verme sonreír, por saber que soy feliz o simplemente por tener conciencia de que estoy bien.  Sé que te enamoraste de mí poco a poco, sin pretenderlo, sin buscarlo, sin desearlo pero con el alma limpia porque sientes que todo es genial desde que me conoces.

Sientes que el tiempo y el espacio son exactos cada vez que acordamos encontrarnos.  Sé que te gusta todo de mí, hasta aquellos detalle que no son tan bonitos.

Por este medio quiero transmitirte aquello que quizás cuando te tengo enfrente soy simplemente incapaz de decirlo.  Es importante para mí que sepas que tú eres importante para mi vida, que eres un ser extraordinario, que mereces una vida feliz, plena y satisfactoria.

Hay quienes comen las migajas que caen de la mesa de otros, pero quiero que tú te sientes a comer y degustar el banquete como debe ser.  La razón por la cual escribo la presente es para notificarte que mi amor fue brutalmente secuestrado, amordazado y que en la actualidad está un poco confundido.

Sé que me amas. Lo noto en la forma en que caminas, cuando escucho tu dulce voz al otro lado del teléfono, cuando escribes un e-mail, un mensaje, cuando haces cualquier cosa con tal de agradarme.  

Sé que te gusto, cuando estamos sentados frente a frente noto que tus piernas apuntan hacia mí (psicológicamente según leí el otro día, eso implica que te intereso); sé que te gusto por la forma en que me miras y la recurrencia con que observas mis labios, como queriendo entender el sabor que tienen.

Finalmente, debo confesarte que sé todas aquellas cosas que sientes por mí y la delicada forma de amarme, de incluso amarme más de lo que jamás imaginaste amar a un ser humano, porque con esa misma intensidad yo amo a alguien más, y es ésa la razón por la cual no puedo corresponderte.  No concibo mi vida, al igual que tú, sin la persona a la que amo.

jueves, 26 de mayo de 2011

De los finales

Hay finales que deben llegar, que se ven venir a distancia.

El sábado realizo un examen, que consiste en redactar un reportaje en dos horas que es evaluado por una terna de profesionales en la materia, dan su dictamen y su apruebo, obtengo finalmente el cartón que me reconoce como periodista profesional.

Y en cosa de amores también hay finales que llegan, cosas que suceden.  Uno siempre que "inicia" - por decirlo de algún modo - un relacionamiento con otra persona pues espera que la cosa sea más que una experiencia simple y plana, un acontecimiento que marque tu vida.  No sabes si terminarás siendo aburrido o aburrida para la otra persona, desconoces con certeza si al cabo de unas semanas, ella o él se dará cuenta de que no eres lo que a distancia parecías.  En fin.

Esas cosas pasan.

Particularmente padezco del defecto que las personas se van desmoronando de la idea que soy y se percatan de que no soy tan genial como les parecí al principio. Terminan yéndose, aburriéndose de que soy "complicado" (lo que al principio les parecía genial y las hacía suspirar porque soy "único"), notan que soy un ser diferente, pero quizás demasiado extraño y que en términos generales, no soy lo que esperaban.

No sé qué esperan.  Ojalá la gente dejase de esperar de mí.

Dicen otros que soy un traumado, que pienso mucho las cosas, que no me dejo llevar, que todo lo quiero analizar y razonar y que "el amor, no se razona, esas cosas se dan sólo porque sí".

De cierto les digo que no pienso eso, pero que el amor es sobre todo inteligencia emocional.  La inteligencia emocional no es poner una barrera para no enamorarse, tampoco es abrirse a todas las relaciones y luego de unas semanas entregarle tu vida a alguien; la inteligencia emocional es saber esperar, pero sobre todo, saber cuándo empezar a actuar, cuando liberar la tensión de al principio.

Los finales llegan.  Fin. Fin. Fin.

Hay relaciones que no te conducen a nada.

Hay gente que al principio parecía ser luz y terminó siendo oscuridad o simple chispazo.  Hay personas que aunque aparentan tener algo bonito en el alma, finalmente terminan no teniendo alma y siendo pocamente interesantes por su apariencia.

Aborrezco las apariencias que no reflejan lo que contiene el corazón.

Odio la forma externa que no tiene relación con el fondo interno.

Qué Dios me ayude, me perdone. Quiero hacer como él quiere.


Y esto, se acabó.

lunes, 16 de mayo de 2011

FIN del blog

Hola chic@s.

Gracias como siempre por leer las locuras, ideas raras y cosas extrañas que pienso.

Algunas personas me han dicho que el blog ya cayó en lo mismo, que es un poco soso, aburrido, y que carece de sentimiento, que le falta pasión.  Seguro es porque no hay quién me haga sentir tanto, porque estoy ocupado con la finalización de la universidad y demás cosas.

Agregué del lado derecho del site una encuesta, serían amables en responderla?

En todo caso, si este blog deja de actualizarse, seguro escribiré otro que luego les notificaré.  No sé de qué será, aunque tengo ideas en mente.  Pero como éste blog dejó de ser mi blog para convertirse en público, pues recurro a ustedes para tomar la decisión.


Alguien ha estado contactándome por Facebook preguntándome cómo conquitar a una chica.  No sé cómo se hace, no me pregunten eso.  Sé que amar es bueno y es bonito.  Sé que las mujeres nos aman incondicionalmente pero que socialmente son temerosas (con razón) y que además son bastante precabidas, eso las vuelve "frías".  Pero las frías, mis querid@s son las que han subido un nivel y han madurado, ya no son simples chicas que se conquistan con cartas, rosas y bonitas palabras.  Son serias, importantes, admirables, amables.


Gracias por regalar el filete.


viernes, 13 de mayo de 2011

Estoy cansado de estar aquí.

Me desconozco un poco esta noche.  Me encuentro reflexivo, ido, sin saber con precisión hacia dónde debo acercarme.  De una a otra mente, de dos a tres corazones.

La vida es y deja de ser también.

Y todo eso viene a suceder porque la frialdad del mundo es agoviante, me preocupa.  Siento que la cosa es diferente a como debería ser.

Estoy cansado.  La injusticia, la cosa que duele.  Uno sólo quiere estar tranquilo, uno sólo desea tener las cosas que quiere, estar con las personas que ama, hacer aquello que le place y conocer lugares bonitos. Uno sólo quiere ver sonreír a las personas que le rodean.

Qué fría la vida.  Qué fría la gente.

Estoy convencido de mi inmortalidad.

Reflexión postvacacional

Esta semana estuve recorriendo la parte norte de Guatemala.

Visité algunos lugares exquisitos, como la isla de Livingston en Izabal, donde vive la cultura garífuna; estuve en el Parque Nacional Tikal, en Petén.  Pero a lo largo de esos días, frente a paisajes majestuosos, uno tiene la oportunidad de pensar, reflexionar y alejarse de la rutina, claro está.

Uno comprende alejado de la gran ciudad que las cosas son sencillas y nunca pudieron serlo tanto.  Uno reflexiona acerca de lo sencillo que es vivir, es sólo eso.  Si alguien tiene aire en los pulmones, hace lo que ama, vive con quien ama, tiene una casa, energía eléctrica (por las comodidades que eso implica), alimento, agua, debería ser feliz.  A veces nosotros nos esclavizamos porque queremos la ropa de moda, los zapatos que "nos gustan" (en realidad sólo respondemos a un estímulo publicitario, a una comunicación hipodérmica), la televisión de más alta tecnología y nos olvidamos de lo básico que es vivir, compartir con personas que amamos, reír más y soñar menos aquello que nos han dicho que soñemos.

El sueño americano es una utopía, una estupidez.  Se confunde el desarrollo y el bienestar con la acumulación de bienes materiales que en nada saca provecho uno.

Así es esto.

Dicho sea de paso; he decidido, oficialmente, dejado de luchar por razones equivocadas.  La vida es sencilla y nunca pudo serlo tanto.  

Eso de andar "conquistando" gente, no se me da.  Yo soy así como soy porque es el resultado de mi formación y mis creencias.  Pero ya no haré nada más.  No me siento bien yendo tras esperanzas de encontrar algo diferente; uno no puede hacer que la gente cambie.  Uno no debe procurar que la gente sea distinta, debe aceptarla e inspirarla, sin mediar palabra ni nada, a ser mejor.

Y yo he comprendido eso; debemos aprender a no ser necios.  Debemos madurar, crecer, comprender que a veces las personas nos atraen por lo que se ve, pero no nos atrae lo que son.  Y el tema de la no atracción, no es tan grave.  Es sólo una situación, en todo caso, siempre queda la amistad.

Las cosas sencillas de la vida, como el amor, deben disfrutarse con la naturalidad del caso.


Éste, mis queridos y queridas, ha sido el fin de un capítulo.  Un capítulo que no calificaré de bueno o de malo, sólo diré que lo he finalizado, o que al menos intentaré acabar con él, todos tenemos nuestros días difíciles y los míos son insoportables.  Mejor me deshago de lo que no tengo.  Mejor me alejo de lo que está lejos.

martes, 10 de mayo de 2011

De mis días

Estoy en una isla guatemalteca en el Caribe. Se llama Livingston en el departamento de Izabal. Salí al muelle a ver las primeras horas de la mañana y una tempestad que se vislumbraba me sorprendió. Llevo acá poco más de una hora y la lluvia no cesa. Debo regresar a tierra firme, cruzar el lago, pero el viento sopla demasiado y llueve exageradamente. Descubrí que el wi fi tiene cobertura hasta acá. Ya se inundó el pequeño muelle, estoy mojadisimo y el celular también.
Estoy deseando estar en Madrid para darle un beso a una pequeña mujer, al mismo tiempo quisiera no hacerlo para luego desesperarme por ella.
Espero salir bien librado de esto. Del malísimo clima y de la mujer que ha amenazado con asesinarme con un beso.

sábado, 7 de mayo de 2011

De la monotonía

Ocasionalmente uno se aburre de dar.  Uno se cansa de ser siempre el que es romántico, cariñoso y que a cambio no recibe nada.  Me explico y verán que no me contradigo cuando escribo que el amor es dar desinteresadamente.

A veces uno quisiera simplemente no hacer algo.  Uno mal acostumbra a las personas; las mal acostumbras a llenarle los oídos de palabras bonitas, de letras que eleven su ego, de sonrisas y cosas así.  Pero a veces uno se sentiría dichoso si también recibiera eso.  Por supuesto que no digo que ese sea el caso de todos; habrá quienes les parece ridículo leer poemas o cartas, les parece falso las palabras bonitas, pero particularmente a mí sí me gusta, no es algo que me obsesione o un requisito o algo parecido, es solamente algo que me gusta, un detalle pues ocasional.

Claro, tendré qué encontrar a alguien que esté en la disposición de hacerlo, más que la disposición, que lo haga naturalmente, que de adentro de sí nazca el deseo de ser de esa forma.

Hablo puras cosas raras quizás, qué sé yo.

El payaso tal vez se cansa de estar maquillado, pero jamás de hacer reír a los demás, sólo en esa actividad se siente pleno porque para eso fue creado.  A veces el futbolista tal vez se aburre de el show, las entrevistas y eso, pero jugará con el balón aún sólo en el patio de su casa; el payaso necesita de risas y el futbolista de un balón.


Y a veces uno también quiere saber que lo hace bien, uno da desinteresadamente, pero eso cansa, y es tiempo de descansar.


Ya no.  Se acabaron las palabras bonitas.  Dejaré de ser yo algún tiempo.  Me aburrí, me cansé.  Esperaré a ver quién motiva a mis palabras de nuevo.


Besos que matan

La mujer le advirtió al caballero que sus besos eran asesinos.  A él le pareció dramático y romántico a la vez (francamente no le veo romanticismo a eso).

Ella tenía ojos profundos y mirada profunda también, que rebuscada en el alma de uno.  Él no era la gran cosa, sólo era.

Ella era pálida toda, él era de aspecto fuerte, romántico (él sí lo era) y muy normal.  Siempre tuvo curiosidad por la chica, debido a su forma rara de ser, incomprensible, la verdad.

La mujer rara de mirada profunda y besos asesinos, le advirtió al tipo que podría morir en uno de los besos, de hecho, alguna vez medio en broma medio en serio, le dijo que lo haría morir lentamente.  El tipo se asustó, por supuesto, pero por alguna misteriosa razón (o tal vez porque lo prohibido, lo malo, siempre nos atrae) quiso arriesgarse.

Un buen día la vio a los ojos profundos, se acercó despacio a ella y rozó sus labios con los de ella.  Supo que era mejor persona desde ese día.  No murió.

Tres horas y tres minutos más tarde, falleció en su casa de habitación, y aunque el forense no pudo establecer las causas, todas las personas saben que fue por aquel beso, de la mujer que ciertamente era bella, pero que él nunca debió besar.

La chica se entristeció y su tez palideció más de lo normal.  Había asesinado a un hombre, al que por primera vez en su vida había amado.  Lo asesinó justo cuando pretendió demostrarle amor, cosa que nunca antes practicó.

miércoles, 4 de mayo de 2011

De lo que me inspira

Una mujer, mujercita, me dijo que ya yo no le inspiraba a escribir en el blog.

Así que aprovecho para decir por qué mi ausencia. Estoy en la etapa final de mi carrera profesional y eso me absorbe tiempo. Concluir eso no es la gran cosa, los títulos no engrandecen a nadie, son los conocimientos y la calidad del corazón.

No me impresionan títulos, ni puestos. Sólo me gusta aquello del corazón. Y lo que no se ve pero se sabe.


Me gusta gustarte. Ahava.