miércoles, 21 de abril de 2010

Anuncio importante

He decidido dejar de escribir, deinitivamente.

Tal vez, como lo dije ayer lo haga muy ocasionalmente, aunque la idea será no hacerlo. De tal modo que quiero aprovechar este espacio para agradecerles a todos los que leyeron, los que buscan semanalmente encontrar algo que les inspire, que les guste o que les haga sufrir o sonreír.

Necesito tiempo para mí, eso es todo. Debo encontrarme conmigo, conocerme un poco mejor, pasar tiempo conmigo.

Un abrazo, para la gente que sigue en el Facebook, pasará lo mismo. Simplemente me iré un tiempo. Tal vez no mucho, tal vez mucho, tal vez no me vaya, en fin. Ya veremos las consecuencias.

Un abrazo.

martes, 20 de abril de 2010

Adiós

Este blog está llegando a su fin.

Muy pronto dejaré de escribir.

Sólo continuaré con esas cartas que escribo y alguna que otra entrada, pero la temática cambiará.

Las primeras excusas ya han salido. A lo mejor sea paso de las segundas excusas o la última excusa. O a lo mejor sea tiempo de dejar de excusarme.

Espero los comentarios

viernes, 16 de abril de 2010

TE ODIO

Decidí decirte cuánto te odio, por qué te odio y tal vez, sólo tal vez así, logremos ir ordenando sentimientos.


Te odio porque cuando te veo venir, siento una alteración estomacal inevitable, que a veces se conjuga con sudor inexplicable de manos y sonrisas nerviosas.
Te odio porque al estar frente a mí, quisiera ser indiferente, mostrarme como si estuviera delante de cualquier persona, pero no puedo. No puedo evitar sonreírte, intentar abrazarte, hablar de cualquier cosa, sólo hablar. Te odio tanto por eso, te odio tanto porque aunque he planeado toda la semana cómo actuaré, vienes tú, sonríes, te acercas y me demuestras lo maravillosa que eres y arruinas la concentración mental de varios días.


Te odio porque decididamente cuando quiero darte algún presente, un pequeño detalle, mi voz se entre corta, se aflauta o simplemente enmudezco, tiemblo y me veo como tonto. Te odio porque nunca me salen las cosas como las pleneé frente al espejo!


Te odio todavía más cuando marco tu número y en lugar de ser una simple llamada telefónica, resulta ser la llamada más larga, más nerviosa y más ridícula que tengo.

Te odio porque cuando no contestas mi día se torna gris, entristezco y me angustio.


Te odio porque cuando haces algo mal, siento que es culpa mía, por no haber estado allí o por no haberte ayudado.


Te odio porque ya no duermo bien y tengo que despertarme muy temprano para trabajar.


Te odio porque cuando llego al trabajo, hecho todo a perder cuando suena cualquier canción romántica (todas me hacen pensarte).


Te odio porque cada vez que pienso en vacaciones, sueño que tú irás en ellas, pero siempre decides no ir.


Te odio porque no puedo ver con normalidad una película romántica, porque pienso en ti.


Te odio porque cuando tengo que concentrarme en hacer tareas, escribir algún ensayo o estudiar, empiezo a recordar esos momentos especiales que hemos compartido juntos.


Te odio porque aunque podrías contestar esto, no lo harás. Y no lo harás porque te da pena que los demás se enteren de que soy yo y de que eres tú.


Te odio porque dices que te dan miedo los compromisos, cuando se trata de mí.


Te odio porque estás muy ocupada si te invito a salir, pero estás en total disposición si se trata de una salida con amigos o amigo.


Te odio porque aunque podrías ser clara y decirme de una vez por todas que no te interesa nada conmigo, no lo haces. Y cuando lo haces, tus hechos predican lo contrario.


Te odio porque tu exquisita sonrisa...no la encuentro en nadie más y siempre la busco.


Te odio porque podría tener a cualquier chica, pero yo te quiero tercamente a ti.


Te odio porque los mensajes de texto que te escribo, los hago y los borro varias veces antes de enviártelos. Te odio porque esos mensajes son los únicos que guardo en mi bandeja de salida. Te odio increíblemente porque no me los respondes, aunque me muero porque lo hagas.


Te odio porque no soporto ver tus fotografías sin recordar y analizar detalladamente ese momento (soy tu fotógrafo no oficial, porque soy tu fan oficial número uno).


Te odio porque después de haber hablado contigo no puedo dejar de pensar en qué cosa quisiste decir con tal o cual palabra, cuando en realidad sólo hablaste por hablar, fue una charla cualquiera, casual.


Te odio porque el tiempo que te sobra para darme, es el tiempo que más vale para mí.


Te odio porque quisiera que no supieras que cualquier cosa que me pidas, la haré.


Por si eso fuera poco, me odio porque cada vez que me digo "ya no le hablaré más", vuelvo a caer.


Me odio porque no soy capaz de no pensarte una semana completa; rompes mi vida disciplinada.


Me odio tanto por esa incapacidad de ni siquiera poder odiarte.

Sabes?, me gustaría que la cosa fuera diferente.

Amaría poder verte y no sentir un sobresalto en el estómago.

Amaría poder no llamarte y estar tranquilo.

Te odio porque no puedo siquiera conseguir odiarte. Te odio porque te amo todos los días y no hay remedio.

Te odio porque duermo, amanezco y vuelvo a dormir pensando en ti.

Te odio porque justo en este momento, quisiera no estar escribiendo esto.

Te odio porque sé que sonreirás al leerme y sabrás que más que odiarte, te amo.

Te odio porque, a lo mejor, tal vez, quizás, no sé, algún día, tú me ames y para ese entonces, te habré ahorrado el sufrimiento de no ser correspondida.

Te odio porque sé que mi amor, mi odio o mi indiferencia, te dan lo mismo, igual tú no sientes nada.

Post data. Te amo.

jueves, 15 de abril de 2010

Tu sonrisa (canción)

Asi dice una canción:

Hace calor hoy en esta ciudad...
mi cuerpo de aquí quiere escapar...
tan luego encuentro una razón...
que hace latir a mi pobre corazón...

Es tu sonrisa la que me hace feliz
y tu mirada la que me hace soñar
son tus caricias las que me hacen temblar...
eres tú la que me invita a volar...

Quisiera junto a ti poder estar...
sentados en la arena mirando el mar
y por la noche con las estrellas
poder dibujar
los planos de esta vida que contigo quiero vivir

Es tu sonrisa la que me hace feliz
es tu mirada la que me hace soñar
son tus caricias las que me hacen temblar...
eres tú la que me invita a volar...

CORTESÍA DE MAF - TU SONRISA.


miércoles, 14 de abril de 2010

Sobre cómo seguir este blog

Chicos y chicas. Les cuento.

Cuando ustedes hacen un comentario pueden hacer click en una opción que dice:

Suscripción por correo electrónico.

Eso lo activarás en caso que tú tengas un correo de gmail y te identifiques como usuario de gmail, precisamente.

Si es anónimo o cualquiera de las otras opciones, pues no. Eso es para darle seguimiento al comentario. Yo leo, agradezco y respondo TODOS los comentarios.


Del lado derecho del blog, arriba, aparece un link para mi Facebook.

En realidad no soy tan partidario del Facebook como una exhibición de fotografías. Si tú ves el mío, encontrarás gran cantidad de fotos de lugares que he conocido, de gente, pero no mías, hay algunas (para los que quieren conocerme). Pero en realidad me parece un excelente medio de comunicación y, para quienes no saben, soy periodista, de tal suerte que es importante la comunicación para mi vida.

Así que en el Facebook pueden chequear mi perfil, agregarme como amigo y de pronto platicar más directamente en los momentos que me sea posible, será un gusto faisbukear con ustedes.

martes, 13 de abril de 2010

El día que te veré

Siento una debilidad que recorre todo mi cuerpo. Algo pasa en mi estómago, me da náuseas, es bastante incómodo e incontrolable la cosa, pero supongo que esta es mi condición cuando te siento cerca.

A veces los nervios son traicioneros, a veces me juegan malas pasadas; el temblor en mis manos no cesa, las múltiples ideas sobre el tema que tocaré para abrir conversación no dejan de aparecer en mi mente.

Veo el reloj, no pienso ya la hora en que aparecerás. Escucho sonidos que me hacen recordar tu llegada y mi corazón sufre sobresaltos. Recuerdo que en la clase de psicología el profesor dijo que los procesos bioquímicos que acontecen en el cerebro debido al enamoramiento tienen relación con el sistema digestivo, espanto esas telarañas científicas y reacciono para estar preparado cuando aparezcas.

Ese día por supuesto, desperté diferente. Mi horario se redujo a los minutos miserables (pero valiosísimos) que compartiré junto a ti.

Ese día claro, todo fue mejor, especial, distinto. Cada cosa la puse en su lugar con detalle. Hice lo mejor que pude para verme bien. Escuché música romántica para ambientarme y estimular mis sentimientos. Sonreí solo varias veces, me porté bien con todos para que la vida me premiara y que todo resultará excelente contigo. Todo me parecía bonito, mágico y especial.

A ratos me dolía la cabeza, me mareaba, me descomponía y me alegraba porque, por Dios!, estaba a punto de verte. En no mucho tiempo podría abrazarte, saber de ti, tenerte conmigo, besarte, decirte que otra vez, ese día, te amaba. Eso es tan maravilloso que no hay palabras para decirlo.

La vida es lo que es, sólo cuando tú estás.

Y esa vida deja de ser cuando no estás.

No estás, no estoy.

Vienes, aparezco.

El día que te veré es siempre mejor. Todo el día para unos instantes. Ya puedo dormir en paz.

lunes, 12 de abril de 2010

Al pasar el tiempo, nos vamos dando cuenta de que no todas las cosas eran como antes las pensábamos. Y a lo mejor más adelante nos fijemos de que las cosas de hoy, no eran como creíamos.

El mundo, las personas y todas las cosas están en constante cambio, aceleradamente en estos dorados días.

Comparte tiempo de calidad con la gente que amas, disfruta al máximo esos ratitos, al fin y al cabo no sabemos cuánto duren.


No sé cómo recordarás a la chica o el chico que hoy te ilusiona. Quizás le recuerdes con nostalgia porque ya no está y no sabes a dónde se marchó. Tal vez le recuerdes con un amor entrañable, sabiendo dónde está. O a lo mejor recuerdes ese pasado junto a él o ella. Preocúpate menos del futuro, ocúpate del presente, porque él forja ese futuro.

domingo, 11 de abril de 2010

Carta número seis

Hola!

Siento que mi amor por vos ha madurado. Siento que..., no sé, a lo mejor ya la cosa se va poniendo mejor. Como si el cosmos se va alineando y todo se ordena sin saber cómo ni por qué.

Quiero darte lo mejor de lo que soy, hacerte reír, que tu felicidad sea total, al menos mientras esté en mis manos.

No sé dónde estás. No sé si alguna vez leerás esto.

Mi amada. Te amo.

Nunca me olvides; yo nunca lo haré.

Nunca, nunca, dejes que las cosas que no son importantes ocupen el lugar de esas cosas que sí lo son, que no se ven, pero que valen oro.

Un abrazo.


Post data. Sé feliz, eso me hace feliz.

De las cosas que verdaderamente importan

"Yo te amo, vos me amas a mí también, ¿verdad?", le pregunté en un atrevimiento de esos que sabes que son definitivos, donde el temblor de tu cuerpo y el latir de tu corazón se incrementan desmedidamente.

Sonrió exquisitamente, como sólo ella lo sabe hacer.

"Sabes que sí, aunque seas peleonero", respondió.

Sonreí, con cara de cómplice, como quien no quiere la cosa.

Le dije "no soy peleonero, sólo cuido lo mío"; sin pensarlo preguntó entre risas "¿y qué es tuyo?"

- vos - afirmé con voz firme - sos mía, ya deberías irte acostumbrando.

Ambos reímos.



Mis queridos. Tal vez te gusta alguien y no te corresponde. Ese es el denominador común de quienes leen este espacio.

Disfruta los momentos que puedas compartir con esa persona, exprime lo mejor de ellos. Quizás no tengas la gracia de ser correspondido o correspondida, o tal vez sí, pero al fin y al cabo lo más importante es disfrutar, es apreciar esos momentos, esos instantes que marcan las vidas, eso es lo que verdaderamente importa.


Estoy feliz. Que Dios nos bendiga.

sábado, 10 de abril de 2010

De todo

Gracias a todos por leerme en este espacio.

Crónica de una muerte anunciada

La Crónica De Una Muerte Anunciada es un famoso libro (más que eso) de un famoso escritor que por demás está mencionar su nombre.

Yo viví algo similar (por el nombre).


Veamos la crónica así.

20 de agosto de 2009, 11:01 horas. Entra este mensaje de texto a mi celular: "...me avisas, yo hago lo ke pueda por estar ahí"


Ese mensaje entró a respuesta de uno mío. Yo le avisé a esa persona que debido a un trabajo de investigación mortuaria en el Ministerio de Salud y Asistencia Social, debía acudir a ese lugar. Estaba por concertar ver a alguien, justo después de seis años de ausencia.

17 de octubre de 2009, 21:15 horas. "muchas gracias!, por creer en mí, hoy viví un día increíble, tú sos increíble, no tengo palabras para describir eso sólo puedo darte las gracias".

Ese mensaje de texto ingresó justo después de un sábado donde quise alejar a esa persona de su realidad y acercarla a la mía.


24 de febrero de 2010, 18:09 horas. "Qué quiero?, a ti (entre otras cosas)". Mensaje que recibí después de haber preguntado: qué quieres?


Ya no más fechas.


Sólo quería darte las gracias por tus cariños, las llamadas (de horas), los muchos mensajes que alegraron increíblemente mi día cada vez que llegaba al trabajo revisaba mi buzón del celular para chequear algo que dijera "buen día!, que todo te salga bien!", que me hacía sonreír. Gracias por perdonarme por lo del pastel de chocolate, gracias por explicarme por qué estabas tan seria el día que me acerqué a hablarte en las mesitas, gracias por acompañarme aquellos históricos días en el viaje que hicimos (wow...eres increíble), gracias por ser una mujer tan especial.

Pero además, y por si fuera poco, gracias porque eres honesta, así naciste, nadie te lo ha enseñado, porque esas cosas se aprenden, tú lo traes. Naciste así, diferente. A lo largo de mi vida he aprendido a que es mejor decir las cosas, tú naciste sabiendo eso. Eres bonita, elegante, una mujer encantadora, maravillosa, que indudablemente tiene un propósito divino.

Yo seguiré estando acá. Tú allá.

Yo seguiré soñando. Tú despierta, con ojos bien abiertos.


Seguiré pensando muchas cosas.


Perdón por la ansiedad que me ganó en Cobán y en Poptún (sobre todo).


Ya tú sabes que lo más especial e importante para mí es que tú estés bien y que seas exageradamente feliz, así que has lo que tengas que hacer. Hay cosas que no podemos hacer. Tú sabes que ambos tomamos decisiones que nos distanciaron de algún modo y yo sencillamente no estoy sintiendo en este momento de mi vida.


Quizás en 19 años.

Quizás nunca.



De algo estoy seguro. Me gustó el cine, los pancakes, saber que estabas a mi lado por las mañanas en aquellos días, cenar contigo, verte recién bañada, oler la frescura que irradias, saber que tus ojos guardan muchos secretos, comprender que no me equivoqué cuando pensaba que a pesar de todo eres una chica divertida, me has hecho reír de una forma especial, como no muchas personas.

Me gustan tus uñas múltiples. Me gusta tu peinado que parece que nunca se deshará; te agradezco infinitamente que cuando salimos lucieras como lucías, siempre trataste de ir increíblemente bonita (lo lograste, lo noté, las uñas, los peinados, la ropa, blusa, pantalón, zapatos). Gracias por el calor de tus palabras silenciosas cuando me hablabas con monosílabos (mjm, si, no, tú qué piensas?) justo en mi oído, lo más cerca de mí que era posible, gracias por ir conmigo a casi cualquier lugar sin preguntar a dónde o por qué, gracias por soportar ir en bus, por comer aquel almuerzo (el mini churrasco que comimos camino a Tamahú, antes de llegar a Senahú, en el carrito que íbamos); gracias por soportar mis días raros, por enseñarme a contar los días del ciclo menstrual de las mujeres, gracias por sonreír después de algunos minutos a la mañana siguiente en Cobán, eres una chica valiente, te admiro, te quiero, tú bien lo sabes.


Por cierto, qué raro que no te guste la manía ni la piña.

Ánimo con las clases a distancia, ánimo con la fecha del examen en la universidad, en realidad te felicito por haber dado el primer paso, te lo dije con toda la fe y la creencia posible aquel día en la biblioteca.


Te doy ahora las pistas (perdón amigos por este post tan largo, es necesario).


El día que fuimos a la biblioteca, para que te dieran el resultado de la prueba de orientación vocacional en la universidad, te dije: esto será lo último que haga por ti, de aquí en adelante tendrás que hacerlo sola. Te mostré la biblioteca, la hemeroteca, el Edificio de Bienestar Estudiantil, dónde abordar los buses de transporte interno gratuito de la U, dónde está CALUSAC, etcétera. Yo sabía que esto que ahora está pasando, pasaría.

Era algo anunciado.


Me dijiste: quiero decirte algo. Yo sabía, por eso te ayudé: dejarás de hablarme?




Por eso, para ganar tiempo quise apresurar ir a la universidad contigo, salir de viaje contigo, hablarte de Dios (el que ha hecho todo lo que soy en mí), comer los pancakes (lugar que sólo la gente importante para mí conoce), mostrarte que hay cosas más importantes que el dinero, las comodidades y lo que vemos.



No olvido El Estor, donde descubrí quién era tu "nueva" familia. No sé, sólo me vino de pronto y fue algo increíble, todavía no lo comprendo por qué pensé que eran ellos y justo: atiné.




No olvido el día que me detuviste sobre la novena calle, justo antes de llegar a la novena avenida, cuando había un concierto de rock en el parque central y me diste las gracias, sentí cómo vibraba tu corazón.

No olvido lo cercano que me sentí a ti cuando veníamos de Petén, era como si siempre hubieras estado allí, a mi lado. Seguro esos días valieron por los años que no tuvimos la oportunidad (o la decisión) de convivir.





Un abrazo. Un beso.

Gracias. Ya tú sabes, aquí me quedo yo.


Ánimo!, que todo te salga bien. Has lo mejor para ti y los tuyos. Además, disfruta vivir, sigue viendo la luna en la terraza, quemando los papelitos de recuerdos (tal vez el mío no lo quemes y me lo muestres después).

Gracias por la torrejas.

Gracias por los cafés.

Gracias por las llamadas.

Gracias por tu cariño y obediencia.

Gracias por tu confianza.


Ok, sólo gracias.


Con cuidado, bien portada. Feliz noche. (Cuidado con el coco)

jueves, 8 de abril de 2010

GAME OVER

No estoy, está sólo mi ausencia.

Me fui, se quedó sólo lo que no soy.



Te extraño. Quisiera tener lo que tú necesitas.


Te amo. Me gustaría ser lo que quiero ser y que tú amaras eso.


Me gustas. Sólo estaría feliz si tú decidieras entregarme algo de ti, a mí.


Los sentimientos, los pensamientos, las pasiones, los estados de ánimo. Cada uno de esos que son tuyos a ratos, a grandes momentos; que te los regalo, que te los entrego, que me despojo de ellos, que naturalmente te los dedico.


A veces no entiendo. A veces no pienso. A veces me fui y no volví. A veces estuve y no quisiste.

Ay por Dios.


Pero qué cosas digo.


Siempre te amo. Siempre, siempre, siempre, siempre!, por Dios!


De día, de noche; en verano, en invierno, en otoño, en la primavera que tanto amo. Allá, acá. No importa el lugar, el tiempo o el espacio, yo te amo decididamente.


No vivo de sufrir, me alimento de tu indiferencia agraciada.


Los minutos que me puedes dar, son las horas que me hacen respirar.

Los momentos en que por fin me encuentro contigo, me hago diferente. Respiro felicidad, ambiciono perfección.






Hoy es abril. Hoy es 2010.


Hoy te amo. Ayer te amé.


Mientras sea así, quiero que lo sepas: te amo y así será hasta que ya no lo haga más, pero el problema es que no sé si alguna vez pasará eso. Me temo, ay no, que quizás no deje de hacerlo. Te amo y así será hasta que ya no soporte hacerlo; te amo y, ni modo, esa será mi condición hasta que sin saber ni pensar deje esta vida.


Te amo, y quisiera nada más que tú también lo hicieras. No sé por qué no es posible, no sé por qué la cosa es complicada, no sé por qué esto es así. No sé, no comprendo.

Por qué es tan complicado sentir eso. Por qué es tan ingrato no respirar el mismo aire! Por qué es tan pronunciado el amor que profeso por ti!, por qué pasan esas cosas y nadie las puede explicar!

Por qué!!!¿?Ç¿


Qué desgracia. Por qué si yo daría todo por ti, la cosa no funciona!, por qué si me porto bien, no resulta y por qué tú amas al que no daría nada por ti!



GAME OVER. ESPERANDO RESPUESTA.

Apariencias engañosas

Hoy venía en el bus hacia mi casa y me pasó algo curioso.

Comúnmente uno es testigo mudo de las conversaciones ajenas en el transporte público. En realidad yo siempre duermo de camino a casa, es una costumbre.

Un chico de unos 16 años venía hablando con una chica que iba en el asiento de atrás de mí justamente.

No la vi a ella. Sólo escuchaba la conversación.


Ella. Estudiante del bachillerato en medicina. Él, estudiante de una especialización a nivel medio como administrador de empresas. Esto es equivalente al high school, para que todos entendamos.

Ella hablaba cosas al azar, venían conversando amablemente, sobre cómo les iba en el colegio y qué esperaban hacer al graduarse. Hablaron también sobre lo importante que es estudiar la carrera que uno disfruta estudiar y cómo en algunos casos ésta es impuesta por los padres.

Pensaba para mí al escuchar las cosas que ambos decían: wow, es una chica inteligente (si la hubieran escuchado sabrían de qué hablo), en cambio el chico es uno más del montón, que sólo estudian porque es lo que todos hacen y lo normalmente aceptado.


Pensé: ese tipo de chicas me enamoran.


Pensé más: todas las chicas que me han atraído alguna vez en la vida en serio, coinciden en que son inteligentes.


La chica dijo "ya me voy a bajar"


Yo debía voltear a verla.



Definitivamente la inteligencia la tenía. La belleza física no. Perdón si suena cruel.

Sé que la belleza trascendental es la interna y ella, al menos para mí, la tenía.


Pero era una chica que si la hubiese visto de frente, la descartaría ipso facto. De inmediato!


Las apariencias nos engañan, ¿no?


Quién diría que en ese cuerpo, estuviera esa mente.

Je.

domingo, 4 de abril de 2010

No tengo opción, necesito decir esto:


Amo la sonrisa que dedicas al anunciar la felicidad intensificada en tu interior.

Amo la mirada perdida cuando no sabes qué decir ni cómo reaccionar.

Amo las cosas que no dices porque sientes que tal vez no será lo correcto.

Amo cada palabra que pronuncias porque estás plenamente convencida de que así es.

Amo tus dudas que te hacen decir: no sé.

Amo cada uno de esos detalles.


No soporto la cantidad de errores que tienes. No los amo, sólo los soporto y tengo el reto de cambiarlos contigo.





No soporto callar esas cosas que digo. No comprendo cómo callarlo, no entiendo cómo suceden esas cosas.


La vida es y deja de ser en algún momento. La vida es y ya.



Yo te amo por cada condición, yo te amo por cada vivencia. Yo te amo por cada célula con la que fuiste hecha. Yo te amo porque así se dio la cosa. Yo te amo porque, además, es un placer hacerlo.

Amor

Estoy nervioso, altamente nervioso.

Me sudan las manos, el corazón me late más rápido, las pupilas se me dilatan. Es asombroso, tal vez soy sólo yo dejándome llevar por ese sentimiento. Tal vez sólo la necesidad de tener a alguien especial.

No, no, no, no. No es producto de la imaginación ni de la casualidad. Es más, no es algo transitorio, tampoco se trata, mis queridos, de una testarudez, de una, como es que le dicen?, de una obsesión.

No. La obsesión no te hace buscar el bien verdadero de la otra persona, sin más ni más.

La obsesión te hace exigir a toda costa su compañía, tenerle a como dé lugar, sin importar lo que esa persona desea.


En fin. El amor no es abrasivo, es simplemente eterno, raro, incomprensible.

La obsesión es una necesidad insalubre, mezquina