sábado, 28 de febrero de 2009

SOBRE LA ÚLTIMA VEZ QUE TUVISTE RELACIONES SEXUALES

Ha terminado el plazo para responder a la encuesta que propuse.  La mayoría dijo que “nunca ha tenido relaciones sexuales”, no sé si lo hicieron felices, tristes, desanimados o emocionados, pero lo que sí puedo deducir es que mis lectores son en mayoría jóvenes, quizás adolescentes y eso me da la oportunidad de ser parte de su formación.

 

En realidad, “no haber tenido relaciones sexuales nunca”, no es un sinónimo de juventud.  Hay quienes respondieron que hace mucho tiempo que no lo hacen y tampoco es un sinónimo de vejez.  Además habría qué definir qué es mucho tiempo para cada uno, en fin.  Pero la primera impresión sí me hace pensar lo que mencioné al principio, de manera que me quitaré la duda, ya verán cómo.

 

Agradezco la honestidad. 

 

Felicidades a quienes respondieron “hoy tuve relaciones sexuales”.  Me agrada saber que después de haber tenido un orgasmo (o varios), busquen palabras que podríamos definir como “románticas”, al leer este blog.

 

Todo esto me motivó a hacer otra encuesta, ya está activa para cuando publique esto.

 

Respondan con honestidad y por cierto, el contador de visitas dice que hemos superado las diez mil, así que muchísimas gracias por leer este espacio dedicado a publicar mis excusas, aquellas excusas que son las primeras en aparecer.  Un abrazo, bendiciones.

De mi novela…

Escribo para quienes están atentos a mi novela. 

 

Ayer la ví.  Planeé hablarle días antes; es más quizás planeé demasiado y eso hace que las cosas no salgan como queremos, talvez porque siempre pretendemos perfección, según nuestro parecer.  La ví, estaba bonita, como siempre.

 

Salió corriendo al final porque al parecer tuvo un contratiempo importante (falleció un familiar de un ex compañero), así que no quise interrumpir.  En realidad lo pensé, cuando iba en su carro, imaginé atravesarme en el camino, de hecho, casi lo hice pero no me vio, casi me atropella.

 

Creo que mañana puede ser el gran día.  Le envié un par de mensajes por celular ayer (quería evitarlos, pues prefería que el “re encuentro” fuese cara a cara, pero estaba insoportable, desesperado, necesitaba comunicarme con ella de alguna manera; hoy, casi caigo en la tentación de llamarla, pero me aguanté), no sé si sabe que soy yo, pero no me importa.  Mañana estoy decidido a enfrentarme al Zahir.  Pero temo que no tendré tiempo de todo.  Quisiera decirle muchas cosas.

 

Le diré que sé que no me ama, pero no me importa.  Que sé que no le gusto, pero tampoco me importa.  Sé que no me corresponderá, pero no me importa.  Ella le huye al compromiso y yo quisiera amarrarla a mi lado el resto de nuestras vidas.

 

Quiero, como lo he dicho antes, decir “hola” y preguntarle si la puedo abrazar (para que suene medio respetuoso y medio romántico, además si accede, sabré en qué plan está).  Saben?, siempre he creído que le gusto secretamente pero me ve algo así como alguien que va “muy en serio”, así que le da miedo, porque, como he repetido, le tiene miedo al compromiso.  He imaginado que le gusto, pero quizás estoy equivocado y eso sólo corresponde a mis ilusiones.

 

Espero hablarle de una buena vez, aunque sé que no diré todo por falta de tiempo.  No sé qué decir.  Ya sabe lo que siento por ella, así que no sé si sonará necio, desesperado o romántico, pero ya  estas alturas he decidido hablar por un asunto de salud mental.  He estado a punto de desistir de este intento, de continuar el silencio, de evitarla a toda costa como si fuese mi peor enemiga (de hecho, las personas que conocemos en común, les he dicho que ella no me agrada, que no la quiero ni ver; y en realidad lo prefiero porque como dicen “ojos que no ven…corazón que no siente), pero tengo que enfrentarme. , aunque tengo un temor: que a partir que le hable querré hacerlo otra vez y otra vez, y eso en vez de ayudarme con el Zahir, quizás lo empeore, quizás haga que me desespere aun más y en vez de finalizar con esta historia, la alargue y no permita que muera.

 

Bueno.  Esas son las noticias más recientes respecto de mi novela, reportando para los lectores, yo.

miércoles, 25 de febrero de 2009

De “esas ganas”

Hola (prometí no escribir hasta la próxima semana, pero mejorar escribiré y no hablaré “del asunto”).  Estaba pensando en esas ocasiones en que te gusta alguien y sólo quieres, en el mejor de los sentidos, quitarte “esas ganas”.  A mí me pasa eso con alguien y pienso que a ella también.  Siempre ha sido una persona que “está ahí”, pero no me gusta lo suficiente; simplemente es una compañía atractiva, que ningún hombre despreciaría, pero a mí no me hace “click”.

 

Recién la invité a almorzar, debo reconocer que lo hice con propósitos claros y definidos: quitarme las ganas.  Siento un poco de vergüenza de decir eso porque no soy así, pero ya he aclarado que no se trata de aprovecharme de ella, ya que presiento que ella busca lo mismo.  Es como dicen “amiga con derecho”.  Almorzamos (yo pagué aunque no habíamos acordado eso, insisto somos compañeros de universidad, así que los dos sabemos que la economía de un estudiante es complicada, pero en fin, todo tiene un precio) y después, ella tenía clase, pero me dijo que la acompañase a redactar un ensayo.  Me pidió que lo hiciera por ella pues no tenía ánimo de escribir.  Después me dijo que había perdido un dinero, que estaba deprimida y necesitaba caminar.  Me llevó hacia un lugar solitario de la universidad, donde sólo hay parejas besándose y mucho silencio.  Hay grama y nada más; además era sábado, así que había pocos estudiantes en comparación con el resto de la semana.

 

Los dos sabíamos para qué estábamos ahí.

 

Se me olvidó decir algo.  Días antes habíamos platicado por correo electrónico sobre la posibilidad de darnos un beso.  Ella, haciéndose la difícil, decía que no.  Yo, jugando el papel de conquistador, dando argumentos para aprovechar la libertad.  Supuse que accedió cuando dijo sí a almorzar juntos ese día.

 

Caminamos, ella no decía cosas lógicas, hablaba de un billete que, casi estoy seguro, nunca tuvo (es un tanto mentirosa esa es una de las razones por las que no es “mi chica”), sabía que estaba jugando conmigo; quería que la tomara violentamente y la besara.  Pero decidí no jugar su juego, pese a negar “esas ganas” en mí.

 

Ayer volví a escribirle y le dije que había entendido las señales, que hubiéramos aprovechado “nuestro momento”.  Escribió risas coquetas y argumentó un error de escritura mía para dejar el tema para otro e-mail.  Así que en esas estamos.

 

¿Quieres besar a alguien?, díselo y te sorprenderá la respuesta.  Eso sí, sé honesta o sé honesto, dile que “siempre has tenido esas ganas”, que te gustaría besarle.  Sé caballero y sé dama.

 

Claro, la otra opción es que te lleves una cachetada. 

martes, 24 de febrero de 2009

OTRO DÍA

Los días pasan, cuento las horas, veo el reloj, observo desesperadamente mi celular (como si después de cinco meses de ausencia ella fuera a aparecer así! repentinamente) y esa es la monotonía.

 

No sé qué pensar.  Quisiera que todo fuera perfecto, que sucediera.  En realidad entiendo que parte de disfrutar de la vida es estas cosas del amor.  He regresado a la época parvularia.  Ya pasará, se los prometo, pronto me enfrentaré al Zahir.  Espero que al enfrentarla no se amplíe la desesperación, si no que se termine.  Que sea algo bueno o que sea algo malo.

 

Diré esto: tenemos dos opciones al enfrentarnos a esa persona que nos hace estar en jaque, que pase algo muy bueno o que pase algo malo.  Y sé que eso no es una gran revelación, pero aprendamos a verlo de una buena vez.  Es bonito, agradable sentir algo por alguien; sufrir por una persona, esperar que aparezca, preguntar a los amigos en común qué dijo de tal o cual cosa.

 

Arjona dice: “si me dices que sí, piénsalo dos veces, puede que te convenga decirme que no.  Si me dices que no, puede que te equivoques, yo me daré a la tarea de que me digas que sí.  Si me dices que sí dejaré de soñar y me volveré un idiota, mejor dime que no y dame ese sí como un cuenta gotas.  Dime que no, pensando en un sí, y déjame lo otro a mí que si se me hace fácil, el amor se hace frágil y uno para de soñar.  Dime que no y déjame la puerta abierta.  Dime que no, me tendrás pensando todo el día en tí, planeando la estrategia para un sí.  Dime que no y lánzame un sí camuflajeado, clávame una duda y me quedaré a tu lado.

Si me dices que sí, se fugará lo incierto y esa cosquilla en la panza cuando estás por venir; si me dices que no, seguiré conquistando, descubriéndote cosas que ni tú te conoces.  Siempre lo fácil me duró tan poco y no lo niego…me divertí, pero la soledad me ha vuelto loco porque el amor nunca ha pasado por aquí…DIME QUE NO!, me tendrás pensando todo el día en tí, planeando la estrategia para un sí”.

 

Quiero que este día no acabe.  Quiero que este día sea histórico.  Quiero que este día sea mañana y haya sido ayer.

 

Sé que hoy la quiero menos que mañana.

 

Gran parte de estar en este asunto es para vivir la experiencia y utilizarla como una excusa para contarla.  Prometo no dejar ningún detalle a la imaginación.

QUE NO PASE ESTO

Estaba recordando canciones del compatriota Ricardo Arjona.  Y salió una que espero que no nos pase a nosotros:

 

“Justamente ahora irrumpes en mi vida, con tu cuerpo exacto y ojos de asesina, tarde, como siempre, nos llega la fortuna.

Tú ibas con él, yo iba con ella, jugando a ser felices por desesperados, por no aguardar los sueños, por miedo a quedar solos. Pero llegamos tarde, te ví, me viste, nos reconocimos enseguida, pero tarde, maldita sea la hora que encontré lo que soñé…tarde!!

Tanto soñarte y extrañarte sin tenerte, tanto inventarte.  Tanto buscarte por las calles como loco, sin encontrarte.  Y ahí va uno de tonto, por desesperado, CONFUNDIENDO AMOR CON COMPAÑÍA! y ese miedo idiota de verte viejo y sin pareja que hace escoger con la cabeza, lo que es del corazón.  Y no tengo nada contra ellos!, la rabia es contra el tiempo por ponerte junto a mí…TARDE!!

 

GANAS DE HUÍR, DE NO VERTE NI LA SOMBRA, DE PENSAR QUE ESTO FUE UN SUEÑO O UNA PESADILLA, QUE NUNCA APARECISTE, QUE NUNCA HAS EXISTIDO, GANAS DE BESARTE, DE COINCIDIR CONTIGO, DE ACERCARME UN POCO Y AMARRARTE EN UN ABRAZO, DE MIRARTE A LOS OJOS Y DECIRTE BIENVENIDA. 

 

Qué ganas de rozarte, qué ganas de tocarte, de acercarme a tí, golpearte con un beso, de fugarnos para siempre…SIN DAÑOS A TERCEROS.

 

 

Ok, trataré de escribir hasta la otra semana; esto se esta volviendo aburrido al leerlo.  Saludos.

lunes, 23 de febrero de 2009

LA MUJER PERFECTA

Nasrudin conversaba con un amigo.

 

-Entonces, ¿nunca pensaste en casarte?

-Sí pensé -respondió Nasrudin. -En mi juventud, resolví buscar a la mujer perfecta. Crucé el desierto, llegué a Damasco, y conocí una mujer muy espiritual y linda; pero ella no sabía nada de las cosas de este mundo.

Continué viajando, y fui a Isfahan; allí encontré una mujer que conocía el reino de la materia y el del espíritu, pero no era bonita. Entonces resolví ir hasta El Cairo, donde cené en la casa de una moza bonita, religiosa, y conocedora de la realidad material.

-¿Y por qué no te casaste con ella?

 

-¡Ah, compañero mío! Lamentablemente ella también quería un hombre perfecto.

 

De Paulo Coelho.

domingo, 22 de febrero de 2009

Del amor

El amor es una fuerza incomprensible.  Hoy, como lo dije antes, tengo una sensación curiosa, bonita.  Talvez, como ha sido mi costumbre lamentablemente, sólo dure mientras llega la realidad, por eso es importante disfrutar.

 

La razón que me hace ser feliz.  Mientras más lo pienso tú.

 

Ahh…, siento escalofríos en la espalda.  Gracias a Dios por todo.  Tengo ganas de llorar, de salir corriendo, de escribir, de no dormir, de escuchar música que declare el amor de las personas. 

 

Tú cuando hablo, tú cuando sueño.

 

Pasión.

 

Okay.  Iré a dormir.  Que Dios bendiga esta noche y a cada persona que leyó cuando yo escribía.  Ojalá que particularmente este mi sueño pueda hacerse realidad.

 

 

Amo lo que seas, lo que puedas.  Amo lo que afirmas, lo que niegas.  Amo lo que dices, lo que piensas.  Amo tus instantes y lo eterno.

Soñando despierto

Imaginemos esta escena, nada cuesta:

Yo llego, me acerco justo a la puerta del carro de donde ella baja. Le digo un seco, amable y muy dulce "hola"; hago mi mejor sonrisa. Ella responde de la misma forma inmediatamente, con un tono de sorpresa agradable y mostrando su mejor sonrisa (lo cual me derritirá); sonreiré otra vez, como tonto. Ella hará lo mismo, notaré que esta un tanto nerviosa (como cuando nos movemos de un lado a otro viendo para abajo, estamos sonrojados). Antes que ese silencio se vuelva incómodo le diré con un gran esfuerzo, rompiendo paradigmas: "puedo abrazarte?"; ella, como he soñado antes, no dirá nada, simplemente me abrazará; yo tendré ganas de llorar, ella también. No hablaremos por otros tres segundos.

Diré algo que sonará raro, épico, romántico, muy "a mí estilo", como dice ella. Diré: "siempre te voy a querer". Sonará como a despedida, como a romance. Querré decir: "nunca me cansé de esperar", pero no lo haré porque creo que será avanzar demasiado rápido y justamente eso ha sido, según creo, la causa de los fracasos pasados.

Cuando yo pronuncie la frase anterior, ella sentirá una debilidad inexplicable y muchas ganas de llorar, de hecho, llorará. Y dirá entre dientes por las lágrimas y para no ser escandalosa: "yo también". Yo no sabré qué hacer, porque los hombres somos torpes cuando vemos a una dama llorar. La abrazaré porque esa será mi reacción más lógica.

Notaré que alguien nos observa con agrado que "nos reconciliamos", cuando en realidad se trata de algo más que eso, se trata de definir nuestro futuro (soy exagerado verdad?).

Ambos nos veremos fijamente sin decir nada, sólo con ganas de llorar. Así pasarán diez segundos inexplicables, raros, románticos, divertidos y que no olvidaremos por el resto de nuestras vidas. Ella sentirá certeza en su alma, al mismo tiempo que pensará: "lo sabía, es él".

Armándome de un gran valor y dejándome llevar por la atmósfera, pronunciaré las palabras más sinceras de toda mi vida: "ya lo sabes verdad?, te amo". Ella secará sus lágrimas y sobre mi hombro musitará un monosílabo positivo: "mjm". Llorará. Y nadie dirá nada.

Nos abrazaremos largamente hasta que recuperemos la compostura del éxtasis recién pasado. Pensaré "eso es hacer el amor".

Justo antes de caminar juntos, pasará lo que no había imaginado, ella me llamará por mi nombre, como si estuviera lejos, yo voltearé y me besará.



Deseo que eso pase. O que pase algo mejor aún, según la creatividad divina.



Ese es un relato. Escribirlo es sólo una excusa.

¿Cuál es tu excusa?, ¿cuál es tu historia?, ¿cuál es tu Zahir?, ¿qué te atrapa?



Lo que he escrito, es provocado por la sola sensación de algo. Quizás en unos días escriba relatando mi fracaso, pero esta noche he podido soñar y regalarme un post romántico.

Ah...(suspiro)

Tengo la sensación que esta noche, al menos esta noche!!, después de una semana completa de aburrirlos y extasiarme a mí mismo con el Zahir, dormiré con paz. Soñaré toda la semana, imaginaré con más potencia qué le diré y cómo reaccionará. Intentaré preguntarle a mi prima si cuando habló de mí, lo hizo emocionada.

Quizás tenga novio. Tengo esa leve sensación, aunque la conozco y sé que no le gusta el compromiso. Sé que le gusta ilusionar gente e ilusionarse, pero por alguna arena en su alma no tiene la libertad, no se da el placer de enamorarse; de amar y que la amen, porque cuando parece que está cerca, siempre huye.

Jajajaja. Vaya si no la conozco. Y saben?, sé a qué me estoy enfrentando. Conozco de memoria a su hermana, conozco a su hermano mayor, con su papá nos llevamos bien (tanta confianza que nos tratamos de "vos", equivalente al "tú" mexicano o cual sea la forma de marcar que le tienes confianza a alguien). Conozco a la potencial suegra, jaja, que, dicho sea de paso, contrario a la mayoría de potenciales yernos me cae muy bien.

Sé que no estoy preparado para enfrentarme a algo serio. Conozco mis límites y estoy hablando más de cosas físicas que no quiero mencionar acá en este momento. Pero le dije a Dios (perdón, para quienes les ofende que "meta a Dios en estos líos", él es mi fuerza y su luz me ilumina, agradézcanle a él por tenerme), que me gustaría iniciar una amistad de tipo romántico con ella y que sea así hasta que estemos preparados para algo más.

Ser su "amigo especial". Que sea ella mi "amiga especial".



En fin. Esta noche. No sé por qué, creo que dormiré en paz.



En la mañana al despertar: sakiriq (buenos días, en k'iché).


Perdón porque están leyendo mi parte más adolescente; regresando a los nervios de los doce años de edad, jaja. Yo creo que regreso aún más atrás, cuando pateaba en la espinilla a la niña que me gustaba.

Un abrazo. (Esta noche creo que escribiré mucho).

¿Hablé con ella o no?

Hola. Hoy es domingo por la noche. El viernes cuando llegué a la Iglesia, no la ví, según yo, no había llegado. Después, casi a la mitad del asunto noté que estaba atrás, vestida con su uniforme médico a la par de un amigo. Sentí celos, por un momento pensé que eran novios (wow, cómo trabaja la mente). Después recordé que este amigo está comprometido con otra chica que estaba un poco más atrás de ellos. Me reí de las tonterías de mi mente.

Así que ese día no pude hablarle, porque no la ví sino hasta el final y pues me fui. El sábado (como cosa inusual había una actividad con algunas personas jóvenes, así que supuse que la vería después de mi clase de idioma k'iché)no llegó. De manera que el sábado, que me parecía el mejor día, el más adecuado, no la ví, como creí.

Hoy domingo pues la ví y no sentí ese impulso. Empecé a descubrir que talvez fue sólo una sensación porque llegó muy bonita el domingo anterior. Así que no le hablé.

Tenemos algunas personas en común: su hermana es mi mejor amiga y mi zahir momentáneo tiene como mejor amiga a mi prima. En mis días de "crisis", yo le conté a su hermana que estaba desesperado por ella, que si creía que tenía alguna posibilidad y no dijo casi nada; en realidad, en el fondo planeaba que ella, como era lógico, se lo contase a su hermana, pero noté que le prestó menor importancia. Hoy confirmé, por medio de mi prima, que sí le llegó el mensaje. Obviamente quise saber cómo había reaccionado, pero no era prudente mostrarme obsesionado por ella, con mi prima, pues como ya dije: son mejores amigas. De manera que ella sólo me contó "es que ella - la chica de mi crisis - ha dicho que te ha querido hablar en estos meses, pero no lo ha hecho; ahora con lo que le contó su hermana, ha dicho que está decidida a hablarte".


Punto y a parte.

¿Por qué me quiere hablar?, en dos ocasiones anteriores me ha rechazado, así que pensar que es por algún asunto romántico, sería inusitado, aunque respondería mis peticiones ante Dios, en serio.

¿Desea hablar sólo porque es mi amiga y me quiere a la buena?, pienso que una persona valora la amistad, y no querrá perderla. Talvez quiere preguntar: ¿por qué dejaste de hablarme sin decir nada?, por qué desapareciste de mi vida sin mencionar algo al respecto?, claro!!, en todo este tiempo ella tampoco ha tenido el valor de preguntar: pasó algo?, simplemente me ve y al notar que no le hablo, tampoco lo hace. Y repito: en nuestros buenos tiempos, fuimos grandes amigos, así que no es por timidez o falta de confianza, nada de eso.

Por qué me quiere hablar?, pero más aún: por qué no lo ha hecho?, será que sólo busca mi amistad?, digo cuando uno se desespera por otra persona, pues hace hasta lo imposible por hablarle y permanecer el mayor tiempo posible (todos, menos yo claro, que me alejo en vez de acercarme), y ella pues parece que no le importa. La otra vez que dejé de hablarle, un día ella se acercó y me pidió disculpas porque notó - lo que exactamente yo pretendía - que cuando yo no inicio conversación, ella tampoco lo hace.


Ya estaba casi dejándola ir, con un toque de certeza de parte de Dios que no es el momento (independientemente que algún día sí lo sea o que precisamente: nunca tenga que estar con ella), justo cuando estaba por desligarme del Zahir, su mejor amiga me dice que ella - sí, ella!!!, la chica de mi crisis, mi Zahir contemporáneo - está pensando en retomar la conversación conmigo; ah!!, pero agregó un detalle: AHORA SÍ ESTÁ DISPUESTA PORQUE DESDE HACE ALGÚN TIEMPO HA QUERIDO HACERLO. Dios Santo!!, no podía parar de reír, no sé qué hacer. Y saben algo?, jajaja, ella siempre es así, impredescible, a veces parece que sí y otras que no. Por cierto, descartemos que sea una táctica eso de enviarme "mensajes" con mi prima. Mi prima es demasiado inocente, la conozco, sé que me contó el asunto para ayudarme a mí, más que para ayudar a la otra chica. Sé de lo que hablo.



Qué es lo que quiere.

Claro, ahora más que nunca estoy animado a hablarle. Dénme ánimo.

Eso será el viernes o el domingo.

Uno de esos días, no puede ser antes.

Bueno.


La utz awach e'are'?

miércoles, 18 de febrero de 2009

YO

Pido disculpas porque no terminé la entrada anterior pero simplemente se me hizo imposible. Siento un poco de debilidad y de enojo conmigo mismo: ella ni siquiera sospecha que alguna vez pienso en ella, porque cuando estoy con ella me muestro indiferente (qué tonto!!!).

He decidido, OTRA VEZ, intentar acercarme de algún modo. Tratando, cuidadosamente de no cometer los errores del pasado, haciendo el intento de sacar lo mejor de mí, de mostrarme, de hacerle saber OTRA VEZ que la amo a la buena. Si eso no es suficiente, pues no ha de importar. La energía del amor se activará.

Quisiera solamente no confundirme ni confundirla. Es que soy muy cambiante. Al borde la esquizofrenia (no exagero, créanlo).

Me da un poco de vergüenza escribir sobre esto, jaja, pero tengo que ser honesto conmigo, con mis letras y con quienes leen. No podría escribir en este momento de otra cosa porque ella ocupa todo mi pensamiento, día y noche. Te ha pasado?, DÍA Y NOCHE TIENES UN ÚNICO PENSAMIENTO: ESA PERSONA.

AHHH, ESPERO APROVECHAR ESTAS NOCHES BOHEMIAS.

Les contaré. El viernes la veré en la Iglesia, así que he planeado dejarle un papel en su silla que diga esta frase que tengo cierta certeza que la reconocerá como mía: DIOS TE DISEÑÓ CON SENTIDO Y CON INGENIO, PARA COMPENSAR ESTE CORAZÓN BOHEMIO QUE NO SABE AMAR SIN TÍ. (Wow, qué cursi y qué ridículo).

Si alguien tiene una mejor idea, que la escriba o que calle para siempre. No sé si el domingo le hable, no sé si mañana le hable. Pero tengo planeado hacer eso.

Ahora pienso que es muy "tímido" no hablarle de frente sino tener que enviarle un "papelito", al estilo adolescente. En realidad soy muy tímido.


El tiempo nos desconoció, nos apagó el corazón, dónde escondió todo ese amor?

La anterior, jaja, es otra opción para dedícarsela.

He planeado también mostrarme desesperado. Hablarle de frente, decir, después de casi cinco meses: hola. Sé que sonreirá, hará que no pasó nada. Y le diré: no puedo vivir sin vos. Esperaré su reacción, como no habrá o habrá una tímida sonrisita, entonces yo reiré. Diré "puedo abrazarte?", ella no contestará, simplemente accederá.

Esas son las dos opciones. Pero no sé qué hacer.


Una opción, hablar con un papel.


Segunda opción, hablar directamente con ella, pero soy muy tímido, así que para encontrar ese momento tendría que verla totalmente sola, buscarla en soledad. Eso sí, puede ser que tenga novio. Puede ser que yo siga sin interesarle. O puede ser que esta, LA TERCERA VEZ QUE LO INTENTO, sea la buena.


Jajaja. Dos veces pasadas he sufrido por ella. Dos veces anteriores nos hemos reconciliado, ido al teatro, al cine, darnos un abrazo.

Espero que esta vez se le olvide que no le gusto. Espero que olvide que dejé de hablarle por tanto tiempo aún consciente que herí sus sentimientos (es mi amiga y sé que me quiere).

Espero, deseo, (me estoy desnudando), que el tiempo nos desconozca, de verdad, que nos haya apagado el corazón, que simplemente haya escondido el amor!!!, que ahora aparezca!

He soñado varias veces que un día me hablará y dirá: "no puedo vivir sin tí" y llore. Pero sé que no pasará. Ay Dios!, a dónde fue?

Si alguien lee esto y la conoce (asunto poco probable), por favor, no le diga que lea esto, jaja, es demasiado vergonzoso. Quizás lo guarde para nuestros nietos.

Cómo olvidamos a alguien? Aurora dice que haciendo una lista de las cosas negativas de esa persona, una lista de las razones por las que no es conveniente que estemos con ella.

Alguien más me dijo: cuál es tu método?, y respondí: NO HAY MÉTODOS.

Siento mucho estar insoportable esta semana. Pero prometo que ya se me pasará; todos tenemos nuestros días, y como las chicas presumen de especiales, yo también sé decir que ciertos días al mes estoy más sensible, estoy de verdad sentimental.

Algunos días del mes siento más que el resto de los días; algunos días, como la luna, estoy pleno. Pero definitivamente es complicado.

Necesito un abrazo, una excusa, una primera excusa.

Feliz noche, feliz día, feliz tarde, un besito para ellas.


Post data. Dios, si lees esto, por favor, haz el milagro; bendíceme con ella. Gracias.

TÚ, OTRA VEZ

Al final no sé si amar es "caer bajo", aunque me pacece que en realidad no; es ser honestos con nosotros mismos, es necesitar a alguien, sufrir en silencio, sentirte vivo, que tu corazón lata más fuerte.

Así que no me queda más que decir: tú, otra vez.

"Tú, mientras más lo pienso...TÚ. Llenaste mi tiempo: tú!, la razón que me hace ser feliz, qué más puedo pedir?, TÚ!!, mis poemas tiernos: tú!!. Todo mi recuerdo: tú. Te sumerges con tu cuerpo en mí...qué más puedo yo sentir: tú!!, lo que más extraño: tú!!, mi mejor regalo: tú!!!

En las horas de amor eterno..., tú cuando amo, tú cuando sueño, tú en las noches que trae el viento, todos mis versos, mientras más lo pienso: tú. En la lluvia, gotas de cielo, tú en la orilla de mi silenciio. Tú mi ternura, mi compañera, lo que más quiero, mientras más lo pienso tú.

Mi canción desnuda: tú!!, mi anhelo, mi furia: tú!! la razón que me hace ser feliz: tú!!, qué más puedo pedir?, tú!, todo lo que callo: tú!!, mi abecedario: tú!!, te sumerges con tu cuerpo en mí. Qué más puedo yo sentir?, tú!, lo que más extraño: tú!, mi mejor regalo: tú!, tú cuando hablo, tú cuando sueño.

MIENTRAS MÁS LO PIENSO: TÚ!!! TÚ LO QUE BUSCO, LO MÁS QUIERO: TÚ!!"

Después de una declaración como aquella, jajaj, uno se siente ridículo, indefenso, como niño, y eso pasa porque quedamos sensibles, al desnudo, a la deriva, conscientes que la otra persona nos puede deshacer o nos puede cumplir nuestro sueño.


Jajaja. Después de una confesión de amor, pues uno queda a le expectativa de ser la persona más feliz del mundo por unos instantes infinitos o de ser, como todos en algún momento, la persona más inútil de este planeta. Te sientes incapaz, frustrado, feo o fea, sientes que no vivirás más.

Y como dicen: no hace falta el que se fue, si no el que vendrá.

En ella pienso cuando escucho una canción que una vez le escuché cantar en la sala de su casa. Jaja, la escuchaba de un celular de un pretendiente, a ella no le gustaba, pero la canción le hacía pensar indudablemente en alguien.

Amo lo que veo y lo que ocultas, amo lo que muestras o insinúas; amo lo que eres o imagino; te amo en lo ajeno y lo que es mío; amo lo que entrego y lo que escondes, amo tus preguntas, tus respuestas, yo amo tus dudas y respuestas; te amo en lo simple y lo compleja. Okay. No puedo seguir.

martes, 17 de febrero de 2009

MI ZAHIR

No sé qué me ha estado pasando. Estoy sufriendo de amor, quisiera verla.

El problema es que cuando la vea, no le hablaré, me falta ese valor. Aunque más que valor para hacerlo, hace algún tiempo decidí no hablarle y no puedo imaginar mi cara de tonto al platicarle nuevamente, después de una guerra inventada por mí. ¿Pensará que estoy loco?, ¿ni siquiera me hablará, lo tomará como venganza?

En realidad, debo confesar, no es la primera vez que le quito el habla, pero sí es la primera oportunidad que pasan más de dos meses sin dirigirme de ninguna manera hacia su persona; en ocasiones anteriores, pasado un mes, la llamo, la visito en su casa, le pido perdón, finjo que sólo me interesa su amistad (aunque en varias ocasiones le he dicho que a parte de amarla, me gusta románticamente) y ella acepta sonriente. Nos damos un abrazo y todo solucionado; eso de “finjo que sólo me interesa su amistad”, recién lo descubro ahora, ya que pasado algún tiempecito, empiezo a sentir otra vez cosquillas en el estómago cuando la veo; por supuesto, es mi amiga y respeto eso, pero también hay sentimientos románticos innegables, necios, al estilo “Terminator”: mitad amigables y mitad románticos.

El asunto es este: eso me hace daño. Porque después estoy con penas sobre el tema romántico. Así que decidí irme, alejarme de ella (como si pudiera dejar mi corazón y mi mente encerrados o hacerlos olvidar, o sea, como clásicamente me dicen “pero… ¿qué hago con mi corazón?” o “dile eso a mi corazón…”), y regresar hasta que no me causara problemas ni angustia su sola presencia, pero pasado algún tiempo, he descubierto que eso me causa quizás más inconvenientes.

Partamos de algo: antes del domingo anterior, nunca había tenido esta crisis de amor (o como le llamo yo “Síndrome Del Amor”, SIDA), pero es que al verla como la ví, plenamente bonita, pues algo sucedió.

Esta palabra la define a ella: BONITA. No es una chica espectacularmente atractiva (para mí sí claro, y que conste que soy muy exigente, quienes conocen mis gustos saben que no miento); su carácter es bonito, su sonrisa es bonita (de esas que hacen que te derritas), su inteligencia es suprema, su cuerpo es envidiable por las demás chicas, su estatura incluso es precisa; en realidad, ella es un buen prototipo de chica bonita, atractiva, encantadora; por si fuera poco, guarda esa pizca de inocencia y torpeza que necesitan las mujeres para que los hombres, doblemente torpes, sintamos que tenemos algo para ellas, que podemos ofrecer algo a cambio.

En realidad, me gustó. Debo decirlo abiertamente.

Mi problema es que aunque le volviera insistir mis sentimientos hacia ella, aunque me armara de valor y pasara un mal momento mientras le confieso que quiero que volvamos a hablar y que las cosas “sean como antes”, mientras le pido perdón, nos abrazamos y logramos reparar el tiempo perdido, mientras todo eso pasa, ella pues no sentirá atracción repentina hacia mí. Me quiere a la buena, quizás me admira un poco, me respeta indudablemente, pero sencillamente sabe que de la manera romántica no congeniamos, además no le gusto, así que es verdaderamente complicado vivir así.

Este es el problema más común de los amores: tú estás enamorado o enamorada de alguien (por cierto, nunca me he declarado “enamorado de alguien”, jaja, no sé por qué; bueno sí sé: porque me da miedo esa palabra, es demasiado comprometedora) y alguien no está enamorado o enamorada de ti. Ese es todo nuestro dolor, que la otra persona no nos ame tanto como nosotros a ella.

Ahora bien, a las chicas les resulta más complicado. Es decir, ellas creen que en su caso es peor, analizan que “qué vergüenza decirle que me gusta, ¿y si yo no le gusto?, ay no!, mejor no le digo”. Eso es mentira. Si una chica le dice a CUALQUIER hombre que le gusta, entonces él accederá; SIEMPRE las mujeres son las que llevan la relación, son las que permiten o no las cosas. Claro, habrá excepciones donde a él no le guste ella sencillamente, así que tendrá dos opciones: aprovecharse de la chica o negarse sutilmente, aunque con la segunda opción corre el riesgo que pasado algún tiempo descubra “lo bella que es ella” y termine enamorándose, cuando la chica ya lo olvidó “por lento”, como dicen.

Este es el mayor de los miedos en el amor: enamorarme y que no se enamoren de mí. Y justamente de eso, trataré de escribir en mi próximo post. Dicho sea de paso, tengo el reto de llegar hasta el final del asunto con esta chica, para descubrirme, para reinventarme y para poder trasladarte cada vivencia; he decido llegar hasta el límite, a costa de cualquier consecuencia. Estoy leyendo otra vez El Zahir de Paulo Coelho, quizás ese libro también me ha afectado.

Ja, un abrazo.

lunes, 16 de febrero de 2009

Extracto de El Zahir de Paulo Coelho

Estamos juntos desde hace ocho años, creo que ella es la mujer de mi vida, y aunque de vez en cuando (mejor dicho, con bastante frecuencia) acabe enamorándome de otras mujeres que se cruzan en mi camino, en ningún momento considero la posibilidad del divorcio. Nunca me pregunto si ella sabe de mis aventuras extraconyugales. Nunca dice ni hace ningún comentario al respecto.
Por eso me quedo absolutamente sorprendido cuando, al salir de un cine, me dice que ha pedido permiso a la revista donde trabaja para hacer un reportaje sobre una guerra civil en África.
–¿Qué me estás diciendo?
–Que quiero ser corresponsal de guerra.
–Estás loca, no lo necesitas. Trabajas en lo que deseas. Ganas dinero, aunque no necesitas ese dinero para vivir. Tienes todos los contactos necesarios en el Banco de Favores. Tienes talento y el respeto de tus colegas.
–Entonces, digamos que necesito estar sola.
–¿Es por mi culpa?
–Hemos construido nuestras vidas juntos. Amo a mi esposo y él me ama, aunque no sea el más fiel de los maridos.
–Es la primera vez que hablas de eso.
–Porque para mí no tiene importancia. ¿Qué es la fidelidad? ¿El sentimiento de que poseo un cuerpo y una alma que no son míos? Y tú, ¿crees que jamás me he ido a la cama con otro hombre en todos los años que llevamos juntos?
–No me interesa. No quiero saberlo.
–Pues yo tampoco.
–Entonces, ¿qué historia es esa de la guerra en un lugar perdido del mundo?
–Lo necesito. Ya te he dicho que lo necesito.
–¿No lo tienes todo?
–Tengo todo lo que una mujer puede desear.
–¿Qué hay de malo en tu vida?
–Justamente eso. Lo tengo todo, pero soy infeliz. No soy la única: a lo largo de todos estos años, he convivido o entrevistado a todo tipo de 23
personas: ricas, pobres, poderosas, resignadas. En todos los ojos que se han cruzado con los míos, vi una amargura infinita. Una tristeza que no siempre era aceptada, pero que estaba allí, independientemente de lo que me decían. ¿Me estás escuchando?
–Estoy escuchando. Estoy pensando. Según tu opinión, ¿nadie es feliz?
–Algunas personas parecen felices: simplemente no piensan en el tema. Otras hacen planes: voy a tener un marido, una casa, dos hijos, una casa en el campo. Mientras están ocupadas con eso son como toros en busca de torero: reaccionan instintivamente, siguen adelante sin saber dónde está el objetivo. Consiguen su coche, a veces hasta un Ferrari, creen que el sentido de la vida está en eso y no se hacen jamás la pregunta. Pero a pesar de todo, sus ojos muestran una tristeza que ni ellas mismas saben que llevan en el alma. ¿Tú eres feliz?
–No lo sé.
–No sé si todo el mundo es infeliz. Sé que están siempre ocupados: haciendo horas extras, cuidando a los hijos, al marido, la carrera profe-sional, el título, qué hacer mañana, qué hay que comprar, qué hay que tener para no sentirse inferior, etc. En fin, pocas personas me dijeron: «Soy infeliz.» La mayoría dice: «Estoy de maravilla, he conseguido todo lo que deseaba.» Entonces les pregunto: «¿Qué lo hace feliz?» Respuesta: «Tengo todo lo que una persona podría soñar: familia, casa, trabajo, salud.» Pregunto de nuevo: «¿Ya se ha parado a pensar si eso lo es todo en la vida?» Respuesta: «Sí, eso lo es todo.» Insisto: «En-tonces, el sentido de la vida es el trabajo, la familia, los hijos que van a crecer y a dejarlo, la mujer o el marido que se convertirán más en ami-gos que en verdaderos amantes apasionados. Y el trabajo, que se acabará algún día. ¿Qué va a hacer cuando eso suceda?»
«Respuesta: no hay respuesta. Cambian de tema.
»En verdad, responden: «Cuando mis hijos crezcan, cuando mi marido, o mi mujer, sea más amigo que amante apasionado, cuando me jubile, tendré tiempo para hacer lo que siempre he soñado: viajar.
«Pregunta: «¿Pero no ha dicho que ya era feliz ahora? ¿No está hacien-do lo que siempre ha soñado?» Ahí sí, dicen que están muy ocupados y cambian de tema.
»Si yo insisto, siempre acaban descubriendo que les faltaba algo. El dueño de empresa todavía no ha cerrado el negocio con el que soñaba, al ama de casa le gustaría tener más independencia o más dinero, el chico enamorado tiene miedo de perder a su novia, el recién licenciado se pregunta si escogió él la carrera o si la eligieron por él, el dentista quería ser cantante, el cantante quería ser político, el político quería ser escritor, el escritor quería ser campesino. E incluso cuando encuentro a alguien que hace lo que ha escogido, esa persona tiene el alma ator-mentada. No ha encontrado la paz. Por cierto, me gustaría insistir: ¿eres feliz?
–No. Tengo a la mujer que amo. La profesión que siempre he soñado. La libertad que todos mis amigos envidian. Los viajes, los homenajes, los elogios. Pero hay algo...
–¿El qué?
–Creo que, si paro, la vida pierde el sentido.
–Podrías relajarte, ver París, cogerme de la mano y decir: he conseguido lo que quería, ahora vamos a aprovechar la vida que nos queda.
–Puedo ver París, puedo cogerte de la mano, pero no puedo decir esas palabras.
–En esta calle por la que estamos caminando ahora, puedo apostar que todo el mundo está sintiendo lo mismo. La mujer elegante que acaba de pasar se pasa los días intentando parar el tiempo, controlando la balan-za, porque cree que de eso depende el amor. Mira hacia el otro lado de la calle: una pareja con dos niños. Viven momentos de intensa felicidad cuando salen a pasear con sus hijos, pero al mismo tiempo el subconsciente no deja de aterrorizarlos: piensan que pueden quedarse sin em-pleo, que puede surgir una enfermedad, que el seguro médico no cumpla las promesas, que uno de los niños sea atropellado. Mientras intentan distraerse, buscan también una manera de librarse de las tragedias, de protegerse del mundo.
–¿Y el mendigo de la esquina?
–Ése, no sé; nunca he hablado con ninguno. Él es el retrato de la infeli-cidad, pero sus ojos, como los ojos de cualquier mendigo, parecen estar disimulando algo. En ellos la tristeza es tan visible que no acabo de creérmela.
–¿Qué es lo que falta?
–No tengo la menor idea. Veo las revistas de famosos: todo el mundo ríe, todo el mundo está contento. Pero como estoy casada con un famoso, sé que no es así: todo el mundo se ríe o se divierte en ese momento, en esa foto, pero de noche o por la mañana, la historia siempre es otra. «¿Qué voy a hacer para seguir saliendo en la revista?» «¿Cómo disimular que ya no tengo el dinero suficiente para mantener el lujo?» «¿Cómo administrarme para tener más lujo, para que destaque más que el de los demás?» «¡La actriz con la que estoy en esta foto riendo, de fiesta, mañana podría robarme el papel!» «¿Estaré mejor vestida que ella?» «¿Por qué sonreímos si nos detestamos?» «¿Por qué vendemos felicidad a los lectores de la revista si somos profundamente infeli-ces, esclavos de la fama?»
–No somos esclavos de la fama.
–Deja de ser paranoico, no estoy hablando de nosotros.

domingo, 15 de febrero de 2009

SIN TÍTULO

El amor es algo meramente complicado.

Si amara a alguien que fuera imposible (como una actriz o algo así), pues estaría tranquilamente sabido que nunca la conoceré si quiera, o talvez la vea a una distancia prudente, quizás me saque una fotografía con ella, pero simplemente no pasará lo que sucede en las películas, no por mí, sino porque cuando alguien vive en un mundo diferente, pues difícilmente se trasladará al tuyo.

(Perdón, no estoy muy cuerdo esta noche).

Ja. Qué hago. Si somos amigos, me duele ser sólo su amigo. Si no somos amigos (debo confesar que decidí no hablarle más para que no me duela, busqué una excusa tonta y he dejado de dirigirme a ella casi hace cuatro meses; éramos amigos, buenos, pero ya no lo soportaba: por supuesto, le confesé mi amor varias veces, pero sin éxito, aunque entiendo que el éxito está en decírselo y no en recibir algo a cambio) pues es también terrible.

Casi no la veo; sólo una o dos veces por semana, y cuando eso sucede siento volverme loco, no me concentro y lo peor es que no puedo hablarle. O no quiero hablarle.

Si le hablo, será doloroso que seamos sólo amigos. Si no le hablo, es doloroso no acercarme, pero es menos pertubador.

Así que decidí no hablarle y no sufrir. Cuando deje de sufrir, le hablaré otra vez. Seguirá siendo doloroso, pero ya no atormentador.


Qué hago. Cuando alguien dice "imagínese a su mujer perfecta", hablan del físico, de los sentimientos, del carácter. Y, wow, ella es para mí. Pero yo no soy para ella. No es mala, ella me ama, como amigo. Pero eso es insoportable. Bonita, inteligente (muy inteligente), amable, amiga, amante, ágil. Reúne todo. Lo malo es que no soy su tipo, no hay forma de cambiar eso. Yo no puedo cambiar mi forma de ser, fingir mi actuar, para conquistar a alguien; sería bonito, pero ni lo haría bien ni tendría provecho.

Ahora tengo ganas de llorar. No sé qué hacer, no entiendo cuál es el próximo paso; reconozco que he estado a punto de hablar con ella, de pedir perdón por quitarle el habla durante tanto tiempo sin dar una explicación lógica (además, es la tercera vez que lo hago: soy insoportablemente raro, terco y medio tonto), abrazarla y fingir "sólo quiero ser tu amigo". Ella, sé que aceptará, hará bromas sobre mi raro comportamiento y todo será como antes: amigos, amigos, amigos.

A la verdad, debo reconocer que traté de convencerme que me aburro con ella. Pero en realidad creo que soy yo quien la aburre. Después de estar a su lado mucho tiempo, por asuntos espirituales me ha tocado estar hasta tres o cuatro días casi diez horas diarias con ella, pues casi no hablamos; talvez porque yo no le intereso, porque la aburro. Y eso es doloroso: darte cuenta que la persona a la que amas, no la bendices, al menos no románticamente, sino que al contrario, le eres casi irrelevante. Claro, claro, claro!, le pareces un buen chico, un buen amigo, simpático, especial, cariñoso, romántico y merecedor de una mujer especial, menos de ella.


Chicas?, por qué?, han conocido a un amigo, lindo, tierno, simpático, pero que simplemente no les hace click?, aunque ustedes quisieran, porque saben que ese chico las ama puramente, sencillamente no se puede!, no hace click!, aunque sea la mejor opción, no hay ese "no sé qué"!, pues yo soy el chico romántico, buen amigo, buen mozo, ideal para cualquier chica, MENOS POR SUPUESTO!, para la que yo quisiera.

Debo decir que esta historia continuará, no sé por cuánto tiempo.

Feliz noche, feliz tarde, feliz día. Un abazo.

lunes, 9 de febrero de 2009

Te puedes marchar

"Si tú me hubieras dicho siempre la verdad, si hubieras respondido cuando te llamé, si hubieras amado, cuando te amé: serías en mi sueños la mejor mujer. Si no supiste amar, ahora te puedes marchar". Jajajajaja. Si tú supieras lo que yo sufrí por tí, teniendo qué olvidarte sin saber por qué, y ahora me llamas, me quieres ver, me juras que has cambiado y piensas en volver. Si no supiste amar: ahora te puedes marchar. Aléjate de mí, no hay nada más que hablar, contigo yo perdí, ya tengo con quién ganar!!!. Ya sé que no hubo nadie que te diera lo que yo te dí, que nadie te ha ciudado como te cuidé, por eso comprendo que estás aquí, pero ha pasado el tiempo y yo también cambié!!. Si no supiste amar, ahora te puedes marchar!!"


Jajajaja. Es una canción divertida, pero expresa una realidad. La verdad es que me quedo con la letra. Supongo que ya saben de cuál se trata. Jajajaja. Bueno. Espero que les haya gustado.

sábado, 7 de febrero de 2009

DOS ANÉCDOTAS

No sé si es solterona. Pero lo que sí es cierto es que pasa por un poco los 30 años de edad y no tiene pareja romántica.

No es bonita, de eso estoy seguro.

Su carácter no es de los que suelen atraerme.

No es millonaria.

En realidad no tiene algo que pudiera desearle, salvo que es profesional y terminó la universidad el año anterior.


Insisto: no me gusta.


Ayer la encontré a la salida del trabajo, con rumbo hacia el autobús que lleva a cada quien a su casa. Estaba parada, esperando que el semáforo le diese vía y cruzar una de las peligrosas calles de mi país. Nunca la había visto con las ropas que tenía puestas. Pantalón de lona (jeans o pantalones de mezclilla, como le llaman raramente, para mí, en algunos países). Las mujeres saben el poder de uno de estos atuendos ceñidos.

Debo decir que siempre me ha parecido que tiene un atractivo raro, a lo mejor se trata de ese irresistible talento de las mujeres de su edad que científicamente están en su pico sexual. Talvez la idea que es soltera y que normalmente a sus años buscan aventuras que rompan con el monólogo de sus vidas rutinarias y aburridas. No sé qué es.

Cuando hablo con ella por un espacio de tiempo que supera el común “hola” y “nos vemos mañana” de la oficina, y estamos a solas, pienso, no sé por qué, que nos vamos a besar.


Es curioso, pero tengo la sensación que ella piensa lo mismo. Aunque también considero que cree que soy muy inmaduro (trato de mostrarme así para que no me considere una opción, ya lo dije: no me gusta y no pretendo herir a nadie ni tampoco ser su aventura, aunque lo segundo, ciertamente, lo he considerado). Leo mis pensamientos y trato de adivinar los suyos: ES SENCILLAMENTE IMPOSIBLE; y un beso, que no le caería nada mal a ninguno de los dos, ocasionaría un cubo de hielo entre ambos, especialmente dadas las circunstancias.


¿Por qué escribo esto?, sólo quería desahogarme y entretener a los curiosos que les atrajo el principio.

Dicho sea de paso, he descubierto que me gustan muchas mujeres y creo que así será por algún tiempo.

Ahhh… (suspiro). Varias personas me han preguntado que en qué “me inspiro” para escribir, que “en quién pienso” cuando hablo por medio de la palabra escrita; y nunca hay una respuesta sensata o exageradamente inteligente. Se me ocurre decir que mi inspiración son las personas que esperan leer algo interesante o raro, pero en realidad escribo desde siempre, aún cuando sabía que nadie me leería y, es más, no quería que nadie escuchara mis pensamientos.

Recuerdo que en mis años escolares de plena adolescencia, escribía en un cuaderno de papel y usaba los tiempos libres para anotar las cosas que se me ocurrieran. Es cierto, la velocidad con que llegan las palabras a mi mente no se acomodaba al ritmo de mis dedos, pero trataba de hacer lo posible.

Empecé a escribir para alguien específicamente, le entregaba mis sentimientos románticos en papel hacia ella cada viernes o cada vez que se juntaban muchas hojas y que, si esperaba el último día de la semana para dárselos, parecería que había escrito demasiado. En realidad, escribía demasiado pensando en ella. Ahora analizo que sólo era una excusa para practicar esa manía de escritor. Una excusa noble, fructuosa, apasionante y, por si fuera poco, romántica.


Ja. Si algún día encuentro fama y un hábil periodista busca su nota para la sección cultural, al tiempo que me pregunta cuáles fueron mis inicios, le contaré la historia de arriba: mi primer libro fue un cuaderno de notas que le regalé a una pelirroja bajita que nunca me quiso.

Un saludo, gracias por leerme.



Post data. El próximo miércoles cumplo años, acepto cualquier buen libro como regalo (es broma).