domingo, 30 de agosto de 2009

"¿Quiere del canasto o va a esperar?"

Comúnmente en Guatemala comemos tortillas hechas de maíz. Son elaboradas a mano, con un comal y en algunos lugares todavía se usa leña.

Cuando uno llega a comprar las tortillas (se venden por quetzal (Q) - moneda de mi país-), la persona que vende pregunta: "¿quiere del canasto o va a esperar?". En "el canasto", hay tortillas que ya fueron hechas hace unos minutos y se guardaron allí para que no se enfriaran, así que te puedes llevar esas o "esperar" a que salgan frescas, calientes, "recién salidas del comal", como decimos nosotros.

Las abuelitas y en general casi todos, preferimos esperar las del comal, porque tienen un sabor especial, listas para comer calientes con el almuerzo, la cena o el desayuno.

Podrías llevar las del canasto, pero si esperas un poco más, podrás degustar un sabor más exquisito.

Pensaba en eso porque a veces nosotros por no esperar, por apresurarnos, escogemos las tortillas del canasto, cuando bien podríamos esperar un poco y llevarnos la mejor comida.

jueves, 27 de agosto de 2009

Yop!

Recién hace un momento pensaba que la vida nos tiene muchas sorpresas. Recibí un e-mail con la aceptación de una solicitud de beca para estudiar producción de cine y televisión en Barcelona, España.

Por supuesto que es una noticia por demás emocionante!!

Tengo que cubrir gastos altísimos para poder aceptar esta beca, así que ya veremos.



Anoche estuve con varios amigos y la pasé muy bien. Al finalizar la noche sentí cómo una nube de baja autoestima se apoderaba de mí. Y eso coincidió con una descripción de perfil psicológico que una persona me dio. Me dijo que yo soy líder en el trabajo, que era alguien que le gustaba exigirse a sí mismo y presionar mucho a quienes estén a mi cargo. Pero que por otro lado, ese liderazgo se veía reducido cuando se trataba de asuntos sociales. Que en sociedad era muy tímido, reservado, callado.

Y supongo que es allí donde se refleja la baja autoestima que padezco.

Alguien de mi familia me hizo recordar eso. Me sentí mal, me recordó que casi siempre hecho a perder todo. Normalmente me equivoco; me equivoco con mi familia, en los estudios, en el trabajo, con mis amigos, con lo que escribo, con lo que no escribo. Ja.

Y sé que todos nos equivocamos, pero a veces la gente te hace sentir que tu error es el peor de todos. No sé si es normal sentirse así. Pero supongo que todo se debe a esa baja autoestima contra la que lucho todos los días.

A veces me deprimo mucho y supongo que es por eso. Tengo cuadros serios de depresión, me entristezco, sólo quiero estar solo, irme, no ver a nadie.

Hay una mujer que me gusta. He escrito varios post de ella (hasta coloqué una fotografía), ella es importante para mí. Me gusta, a veces creo que ya ha llegado el tiempo de estar a su lado, a veces siento que nunca estaré con ella. Pero independientemente de eso, me emociona. Agradezco a Dios tener por quién sufrir, por quién reír.

Jaja. Mi vida no es un constante sufrimiento, sin embargo me siento orgulloso de saber aprender buenas cosas de las malas cosas y tristemente padezco de querer enseñar algo a la gente, de dejar una moraleja en las cosas que aprendo. Querer hacer eso normalmente me cuesta que la gente me diga que "quién me creo que soy". Recuerdo que mi mejor amiga me dijo una vez "lo que me cae mal de vos es que me hablas como si supieras mucho de mí, vos no sabés nada de mi vida", jaja, recuerdo que me dolió porque pues ella es mi mejor amiga!, se supone que yo sabía mucho de ella, pero ella dijo que no. Y bueno, ahora seguramente no lo recuerda. En fin, es una anécdota histórica.

Bueno, sólo quería abrir mi corazón para quienes deciden leerme.

Gracias por todo.

Post data. Ahora viene a mi mente el comentario de un señor que escribió diciendo que yo le hacía mal a su hija por escribir cosas tan deprimentes; pensando en eso, pido disculpas de antemano si ofendo a alguien con estas palabras. Esto soy yo. Sino le hago bien a alguno, puede anular su suscripción, bloquear este sitio o simplemente abandonar esta página. Un abrazo.


Me tomaré un receso en los posts. Dejaré de escribir algún tiempo, no sé cuánto, quizás sólo unas horas, quizás sólo unos días, quizás unos meses o de pronto ya no vuelva a escribir. No me siento bien haciéndolo por ahora. Estoy un poco apagado.

martes, 25 de agosto de 2009

DESINTOXICÁNDOSE

Esta es la oportunidad para desintoxicarme. Para sacar de mí esos residuos que afectan mi organismo. Lograr que mi mente se enajene un poco.

Quiero salir de mí. Quiero simplemente no estar.

A veces no soporto encontrarme conmigo mismo. Ocasionalmente no quiero saber quién soy y que nadie me hable.

Trato de sacar los tóxicos que se acumulan las últimas semanas en mí. Hoy quiero hacer eso. Hoy al parecer vienen esos días complicados. Estoy en mis días difíciles del mes. Donde algo sucede con la luna, con las estrellas, con los astros o a lo mejor son simples ideas mías. No lo sé, pero esta noche quiero hacer eso.

No quiero pensar. No quiero saber nada. No quiero escuchar a nadie. Simplemente me gusta la idea de exiliarme a otra dimensión. Quiero desaparecer. Esconderme. Correr. Irme. Ver las estrellas. Talvez no verlas.

Tóxicos. Toxinas. Ilusiones. Desilusiones.

Pensamientos

Esta noche había decidido leer algunos poemas de Pablo Neruda, pero decidí que mejor no.

Esta noche planeaba hablar sobre el pasado, pero no lo haré.

Esta noche no planeaba dormir temprano, pero lo haré.


Una noche. Un día.

Pienso que a algunas personas les gusta tener qué hacer en la noche porque padecen insomnio, mal que gracias a Dios, nunca he tenido. Normalmente a las 20:30 horas es mi hora de dormir, supongo que porque me levanto alrededor de las 4:00 para trabajar.

Cuando sé que al día siguiente no debo levantarme temprano aprovecho para desvelarme, intento soportar todo lo que puedo. De hecho, si estoy con alguien, si tengo con quién hablar, puedo amanecer de pie platicando.

Seguramente ha de ser aburrido platicar conmigo toda la noche. Pero lo he hecho varias veces y nunca con la misma persona. Recuerdo que una vez fue en la casa de una amiga, estábamos imprimiendo una revista. Otra vez estaba de viaje con mi familia y unos amigo. Y así se ha repetido esa travesía para mí.

Feliz, he amanecido, sin problema alguno.

Pero pienso que las noches son todas diferentes. Noches para dormir, noches para no dormir, noches para llorar, noches para reír, noches para sufrir. Hay noches para ver la luna, noches para ver la lluvia.

Noches para abrigarse, noches para desnudarse. Hay noches y también hay días así.


Voy a cambiar mi futuro. Mañana iré a un sitio que puede alterar mis próximos meses, ojalá que sea así.


Agradezco a las 29 personas que están suscritas a este blog. A los casi 20 mil lectores acumulados y a las cinco personas que se consideran "seguidoras" de este espacio. Es un lujo, un honor y un privilegio contar con sus ojos sobre mis letras.

DE LOS PROCESOS

Pensándolo bien, además de la comunicación, sus procesos, sus medios y las mejores formas para comunicarse, también me gustaría aprender sobre antropología, sociología y psicología. Qué interesante cómo se dan algunos procesos sociales, ya sean individuales o masivos.
Y quizás es por ello que al ver cómo sucede el proceso de enamoramiento en un par de personas (o en una persona) me divierto, seguramente porque soy muy observador.

Pero ahora en realidad lo que quiero decir con este post es que debemos aprender a disfrutar esos procesos, no saltarlos. Ya dijo alguien: es como un pastel. ¿Qué pasa si te comes el pastel aborazadamente, de un sólo mordisco?, pues no lo disfrutas tanto como si saboreas cada detalle, desde la guinda, hasta cada uno de los ingredientes que lo conforman. O como escribí antes (idea que tampoco es mía, la leí en el libro “Él y Ella”), las relaciones deben llevarse como cuando se vuela un barrilete o cometa.

Un barrilete (así le llamamos en Guatemala) para que tome altura debe saber maniobrarse. Si soltamos todo el hilo, entonces el barrilete subirá súbitamente, de golpe, pero pronto caerá al suelo. En cambio si tiramos el hilo hacia abajo en algunos momentos y en otros instantes lo soltamos un poco, el barrilete irá tomando altura de forma inteligente, irá elevándose poco a poco, lentamente pero de forma segura. De tal suerte que podrá disfrutarse de un vuelo perfecto.

Así que igual son las relaciones. Si sueltas el hilo de la relación súbitamente, si te dejas desbordar por la pasión, entonces la relación tomará una altura que no le corresponde, tendrá una altura que no es apropiada y que con la misma velocidad con la que subió, así descenderá en picada.

Lo más sabio es saber mantener la tensión. Así como un barrilete. Esa tensión que se mantiene en el hilo. Esa tensión sana que provoca que un barrilete se eleve con mesura, despacio y DISFRUTANDO DEL PROCESO.

Debo reconocer que yo soy de las personas a las que les gusta acelerar los procesos. Soy impaciente, pragmático, voy a mil revoluciones por minuto, pero he aprendido a sentarme a disfrutar. He aprendido a que tengo que respetar y aprovechar para ver cómo son los rasgos que EL MAESTRO va dibujando.

Espera. No apresures los procesos. Ve despacio, poco a poco.

Enamórate, pero disfruta cada etapa, no las saltes. Eso hará que la relación sea más fuerte, segura y que tenga una base sustentable lo suficientemente hecha, como para no desmoronarse.

Así que yo he decido esperar, disfrutar, contemplar. Eso sí, LO MÁS IMPORTANTE DE ESPERAR, ES SABER CUÁNDO HA LLEGADO EL MOMENTO DE ACTUAR.



Hoy me siento en la silla reclinable con rodos que está frente al computador de mi habitación, enciendo la radio, chequeo los periódicos en Internet (esa manía periodística de mantenerme al tanto de todo), leo comentarios del blog (si es que los hay), respondo e-mails de amigos que necesitan algún favor o que simplemente quieren saludar, platico con alguien vía Messenger, pienso en las tareas de filosofía que tengo que entregar el sábado. Pero en definitiva estoy más calmado, la revolución de sentimientos que causó Diana el otro día se está calmando (porque trato de mantener la cordura, he aprendido a dominar mis emociones, gracias a Dios) y trato de contemplar. Simplemente intento disfrutar, esperar y ver qué sucede. A lo mejor el destino me sorprenda otra vez. Quizás me enloquezca, talvez me haga sufrir, no sé. Pero he decidido de una vez por todas disfrutar. Sonreír y decidir ser feliz pese a las circunstancias negativas.



Post data. Hey! Dianita?, relájate, disfruta el momento; sufre cuando duela; disfruta cuando guste; sonríe, pero en definitiva toma una decisión radical: SÉ FELIZ SIEMPRE. Sé que eres lo suficientemente inteligente como para comprender lo que te digo. Respira profundo, observa el panorama y relájate, sé feliz. Me gustaría que aprendieras a disfrutar el sufrimiento, aunque suene contradictorio. Que aprendas a percibir cómo las cosas van cambiando, cómo todo va perfeccionándose. Sigue confiando en Dios, Él tiene mejores ideas que tú para ti misma, nunca lo dudes. Confía solamente, sé paciente (aunque creas que “ya has sufrido mucho”), trázate un objetivo íntegro; lo más importante de esta vida no son las cosas que generalmente tenemos como más importantes precisamente. Lo más importante es eso que no se ve, para lo que no hay ninguna escuela ni universidad; son esos detalles que únicamente el espíritu y el alma comprenden. No te olvides: los encuentros más importantes de esta vida ya han sido planeados por las almas, antes incluso de que los cuerpos se hayan visto.

De los amores platónicos

Si me preguntan sobre alguna actriz que capte poderosamente mi atención, podría mencionar varias, entre ellas: Angelina Jolie, Scarlett Johansson, Rachel McAdams y Kate Winslet. Cualquiera de ellas me haría feliz, al menos eso supongo.

Son amores platónicos porque son idealizados, los hago perfectos en mi mente. Supongo que tomar la mano de Angelina Jolie o ver recíprocamente los ojos de Kate Winslet, es un éxtasis.

Pero a decir verdad, la característica de los amores platónicos es que son IMPOSIBLES y ese estigma de absurdos, es lo que nos hace evocar emociones distintas y especiales. Hay excepciones en donde ese tipo de romances se vuelven realidad. Por ejemplo, una alumna con un profesor. Pero en realidad, es mejor cuando se mantiene ese platonicisimo.

Y es mejor porque cuando consigas tener a esa persona te darás cuenta de varias cosas, entre ellas: que la persona no es perfecta, que no era como la idealizabas en tu mente (uno siempre le atribuye un sin fin de características que generalmente terminan no siendo reales) y que sobre todo, tu vida no caminó sobre nubes a partir de ese momento, porque esa persona es un mortal con una montaña de errores, como era de suponerse. Es decir, relacionarte románticamente con un amor platónico, sólo conseguirá que eso que te hace “sentir en las nubes”, se deshaga, porque notarás que el chico o la chica en cuestión, NO ES COMO HABÍAS IMAGINADO. Y no es como lo habías imaginado, porque tú imaginas perfección, exactitud, un diseño hecho por tu mente y además de eso, por ser platónico, pues he de suponer que no le conoces, de tal forma que no puedes definir su perfil sólo con verle de lejos.

Si me preguntaran sobre mis amores platónicos, diría que sería feliz con sacarme una fotografía con alguna de ellas (quizás besar a Angelina Jolie), pero definitivamente preferiría seguir manteniendo ese hermetismo, para que esa cosa que me hace sentir nervioso al verla, un revoloteo extraño en el estómago, nunca desapareciera. Ya decía Arjona: “cuando el amor se hace fácil, uno para de soñar”.

Así que si tú tienes un amor platónico (un profesor, un actor, un cantante o incluso un compañero de trabajo o de estudios, de esos que vemos “inalcanzables”), no luches por hacerlo posible. Lucha por mantener intacta esa ilusión, por tener allí esa perfección imaginaria.

¿Qué sería de nosotros si perdiéramos todas las ilusiones porque ya conseguimos saciarlas?

domingo, 23 de agosto de 2009

Relato

Las cámaras encendieron las lucitas color rojo cerca de la palabra "REC".

Los fotógrafos afinaron el foco y buscaron el objetivo que sería cerca de la boca de ambos. La unión de esas bocas.

La prensa sensacionalista los seguía por todas partes, sabían que pronto, tarde o temprano acontecería tal momento romántico.

Él se moría por tocar los labios de ella con su boca. Ella estaba nerviosa porque sabía que él lo intentaría y no sabría cómo reaccionar. No sabría si portarse accesible o un poco complicada. Si se mostraba accesible, él podría creer que era una mujer fácil. Si se hacía la difícil, tal vez él creyera que no le interesaba y tampoco deseaba eso.

Iban hablando de cosas divertidas, él estaba fino esa noche con su sentido del humor que le caracterizaba. Ella se veía muy atractiva. Ella era alta, delgada, blanca.
Era delgada, pero no tanto. Era alta, pero no tanto. Era blanca, eso sí.

De pronto se encontraron frente a frente.

Él estaba nervioso pero sabía que era su oportunidad. Ella se veía bien, parecía perfecta.
La chica tuvo un aire impersonal, como quien no quiere la cosa. Y entonces él dudó, creyó que quizás se molestaría por el atrevimiento. Pero entonces recordó que una vez una amiga le dijo "nos encanta cuando alguien nos sabe robar un beso".

Se armó de valor, se acercó a ella y...

Las cámaras iniciaron a filmar. El tiempo empezó a correr en cámara lenta. Los flashes se acomodaron.

Se acercó a ella y...ella se quedó inmóvil, cerró sus ojos. Cuando por fin se rozaron sus labios, el chico sintió todo. Un escalofrío recorrió su cuerpo, vinieron miles de imágenes a gran velocidad a su mente, como si en ese instante se estuviera escribiendo una página importantísima de su vida. Ella no pensó, sólo sintió ligero todo el cuerpo, algo en el estómago le pasó. Quiso reír de pronto, o llorar. Sintió que estaba equivocándose, pero quiso entregarse de inmediato. No lo dudó y lo besó también.

Al siguiente día los periódicos publicaron fotografías de ese romántico momento. Los canales de televisión hicieron famoso el acontecimiento. En los trabajos todos comentaban sobre el asunto, como si se tratase de un asunto de las Naciones Unidas.



El mundo fue más feliz por un instante. Fue mejor cuando un par de personas, después de tanto tiempo de querer hacerlo, lo hicieron, experimentaron eso. Eso que no pudieron explicar.


Ella lo abrazó, volvió a buscar sus labios para continuar besándolo.

Cayó una llovizna exquisita que cundó de romanticismo la atmósfera. Cuando ella estaba completamente mojada, lo vio y rió como loca. Él hizo cara de extrañado y ella volvió a reír. Lo abrazó, lo observó como quien aprecia la obra de arte más preciada de un museo y se aproximó muy lenta a besar al chico otra vez. Entre abrió la boca y cuando sus lenguas se tocaron, sintió que era perfecta; se sintió la mujer más deseada del mundo.


Esa noche escribieron la historia.



Los periodistas sacaron una nota impecable. La luna sonrió. La lluvia se alegró.

sábado, 22 de agosto de 2009

Del destino

TODOS, SIN EXCEPCIONES, trazamos nuestro destino.

Es cierto que a veces hay cosas que no sabemos y tomamos decisiones con base en ideas equivocadas, pero finalmente cada uno toma sus propias decisiones. Hay situaciones en las que algunos se ven obligados por equis o yé razón, pero repito: TODOS TOMAMOS DECISIONES QUE VAN HACIENDO NUESTRO DESTINO.

Habiendo aclarado eso, quiero decir algo.

Si alguien es curioso notará que últimamente estoy siendo puesto a prueba en el aspecto sentimental.

Amigos, ¿qué pasa cuando te encuentras con alguien muchos años después?, ¿una persona que por alguna misteriosa fuerza del destino la tuviste cerca y nunca le hablaste aunque te morías por hacerlo?, ¿qué pasa cuando tanto tiempo después reaparece, irrumpiendo, de golpe, sin previo aviso y te das cuenta que muchas cosas han cambiado, pero la esencia sigue intacta?, hablo de la esencia espiritual y de las cosas que no se ven y sólo se sienten.


No sabes si culpar al destino y hacerte "el loco", como decimos en mi Guatemala del alma.

No sabes si es otra oportunidad de Dios.

No sabes si es una prueba que debes superar.


Ja, lo que sí es cierto es que te hace reactivar emociones, sentimientos, pasiones, deseos, recuerdos. Sientes que algo está pasando. Algo pasa en tu mente. Una cosa extraña se gesta dentro de tí.

El destino es forjado por cada persona. Yo creo eso. Y sí es cierto que hay cosas que no controlamos como a quién conoceremos mañana, por ejemplo. Pero tú tienes la decisión de hablarle a esa persona que apareció frente a tí.

Digamos que alguien o algo puso a una persona frente de tí. Es TU decisión hablarle o no.

Según el diccionario de la Real Academia Española, destino es: fuerza desconocida que se cree obra sobre los hombres y los sucesos

FUERZA. Yo pienso, yo creo que esa fuerza nos sugiere ciertas acciones, pero nosotros finalmente decidimos.


Me siento vivo y eso hace que pueda sonreír.

Siento que respiro y estoy escribiendo fácilmente, eso es bueno.


Hoy despertaré.

Hoy regresé de un letargo.

Avancé en madurez.

Punto.

viernes, 21 de agosto de 2009

Que hubiera pasado si...

Quiero escribir.

Desde hace unos días siento una revolución en mi corazón. Recuerdos van, ilusiones vienen. Preguntas van, respuestas inesperadas vienen.

No sé qué pensar. Quisiera platicar con el destino y no para preguntarle por el futuro, sino por el pasado. Me gustaría cuestionar al destino sobre por qué antes nunca dijo las cosas que están pasando hoy. Talvez por la misma razón por la que hoy no dice lo que sucederá dentro de algún tiempo. De todas maneras no sé esa razón y seguramente no la sabré.

Cómo saber.

A veces nos da miedo hablar con la otra persona y lo que menos imaginamos es que esa otra persona se muere porque uno rompa el hielo y decida decir algo.

No puedo escribir lo que quiero porque todavía no logro concebir mis ideas, mis pensamientos; no coordino bien las acciones que debo seguir. Como pocas veces en mi vida, siento que debo hacer algo pero no sé qué. No tengo esa respuesta en la punta de la lengua como suele sucederme.

Normalmente soy alguien que me gusta prevenir las cosas. Trato de estar siempre con la espalda guardada, no me gusta correr riesgos. Pero ahora me sorprendió ese destino ingrato. Es cierto que me gustan las sorpresas y evito controlarlo todo, pero a veces hay cosas que no entendemos.

Como escribió Arjona: “si te hubiese hablado”.

A veces una pequeña decisión puede alterar el futuro de alguien dramáticamente. Una pequeña respuesta como un sí o un no. Una diminuta acción entre ir o no a algún sitio. Esas cosas, alteran todo.


Qué habría pasado si hace muchos años yo hubiera hablado. Talvez nada, talvez todo. Pero tengo clavada esa duda y ahora entiendo que es esa mi inconformidad, que es precisamente esa la espina en el talón. Recién estoy entendiendo que si de verdad existiera una máquina del tiempo, me gustaría saber “que hubiera pasado si…”, pero ya lo dicen que ese “hubiera” no existe. En parte es agradable tener esa duda, en parte es martirizante no poder alterar las cosas aunque deseare hacerlo con todas mis fuerzas.

Nunca había vivido algo de tan semejante magnitud. Tan palpable y vívido. Nunca había sido testigo viviente (o víctima) del “que hubiera pasado si…”, siempre tomo decisiones y asumo las consecuencias. Pero ¿qué pasa cuando tomas decisiones sobre una base que no existe?, ¿qué sucede cuando más que equivocarte, simplemente fuiste pagano de una treta del destino?

A cada minuto tomamos decisiones. Cruzar la calle en una esquina o en la otra. Abordar un autobús o el próximo. Levantarte o esperar “cinco minutos más”. Dormirte o desvelarte por hacer algo. Son decisiones pequeñas, pero que significan mucho.

Estoy sentado en una silla con rodos, que está ubicada frente a la computadora que me ha sido asignada en el cubículo de la oficina de investigación donde trabajo. Aquí, estoy recordando las clases de música que tanto disfruté. Las clases de matemática que tanto sufrí porque no veía desde el asiento trasero, así que tenía que ir copiando las operaciones al ritmo del dictado porque no podría verificar después.

Recuerdo que nos sentábamos en escritorios compartidos con otra persona. A un costado del aula habían varias ventanas grandes que por alguna razón estaban pintadas de azul, supongo que era para que los alumnos no se distrajeran.

Particularmente nuestro profesor de música tenía cara de loco maniático, como del típico profesor de artes. Teníamos una maestra de mecanografía, comercio y servicios y / o contabilidad (daba varias clases cada año) que asustaba. Tenía un color pálido; mejor dicho, no tenía color. Era de un carácter crudo, repulsivo, poco amable. Muy estricta, aunque en realidad era fácil llevarle la corriente y con eso era suficiente para agradarle y pasarla bien.

Los profesores del curso de inglés eran personajes especiales. Un hombre y una mujer. El hombre, trataba de sonreír siempre y parecía que nunca hablaba en serio. La mujer, siempre creí que era una monja, no por sus actitudes precisamente sino por el color recatado de su piel y su forma de vestir.

Ahora que lo pienso cada uno de los profesores eran demasiado pintorescos. Tenía una excelente maestra de idioma español que parecía maestro, pero que era muy agradable y con excelente ortografía. Tuve una profesora guía que era medio lunática, siempre estaba leyendo libros y escribiendo, nunca supo el nombre de ninguno de sus alumnos, pero era muy agradable por sus descuidos y períodos libres que nos otorgaba sin saberlo.

Recuerdo al psicólogo que teníamos por profesor de educación física. Era agradable, con espíritu revolucionario y pensamientos alebrestados, no tenía pelo. De la profesora no quiero hablar.

En cuanto a quién era mi profesor preferido supongo que eran varios, aunque cada uno tenía su encanto. Me gustaba platicar con las dos de idioma español, una por su ortografía y la otra por su pasión literaria. Me divertía con el profesor de música porque siempre parecía enojado, pero en realidad era un romántico empedernido y muy sentimental. Jajaja, cómo olvidarlo. En realidad tenía cara de loco. O era loco.

En el laboratorio de ciencias naturales estaba una señora de todos los años que parecía más preocupada en su jubilación que por otra cosa y, además, otra profesora que creo que era la más joven de todas y tendría unos 35 años de edad. Era muy simpática, agradable, estricta, conocedora, fogosa.

En fin. Recuerdo muy bien a cada uno. No tengo el nombre de todos en mente, pero sí guardo sus enseñanzas – casi de todos – y me divierto cuando vuelvo a vivir de esos recuerdos.

Había un conserje que parecía venido de Brasil, no porque supiera jugar fútbol o bailar zamba sino porque tenía una diminuta cabeza. Siempre me asustó ver el tamaño tan pequeño de la parte superior de su cuerpo.

En fin. Talvez para la gran mayoría que lea esto no tiene ningún significado estas palabras, esos sitios y la descripción de esos profesores. Pero para mí son recuerdos que me hacen regresar en el tiempo, tal si fuera una máquina.


En esos años, regresando a esa época, me doy cuenta de que pude haber dicho y hecho muchas cosas, pero no fue así. No me queda más que recordar, reír, querer llorar y decirme a mí mismo: “qué hubiera pasado si…”.

jueves, 20 de agosto de 2009

Feliz noche.

Estaba pensando en qué escribirte, porque prometí hacerlo. Después supe que nunca escribo a "pedido" y que además no hace falta escribir algo para tí, porque en la historia de mi vida, tú misma escribiste varias páginas importantes.

Las personas que me conocen saben de tí. Generalmente guardo en mi corazón de forma muy especial a las personas que han resultado atraídas por mí. Tengo muy claro que cuando te acercabas estabas muy nerviosa y esas cosas hacen enternecer mi corazón.


Pero pensando en escribir algo, quise continuar con lo de anoche:

Nunca hablamos más de cinco minutos cuando pudimos hacer más que eso. Ahora, varios años después, decidimos encontrarnos sólo para decir "hola" y ver qué había hecho el tiempo en cada uno. Me resultaba más difícil ir a buscarte a esas mesas cerca de los árboles, a un costado de la dirección, donde solías sentarte con el ejército de amigas que tenías, con quienes tenía pesadillas.

Siempre quise acercarme y lograr hilvanar una conversación más o menos inteligente. Pero no pude hacerlo.

El día de la clausura yo no fui. En realidad no me dejaron participar porque no había aprobado el curso de contabilidad. Pero el mismo día de la clausura, yo hice la re evaluación para aprobar ese curso y cuando iba de camino, te ví. Estabas cruzando la calle en el mercado y siempre tuve curiosidad por qué una de las personas más inteligentes no había participado en la clausura. Curiosidad resuelta hasta ahora.

Y viste que el tiempo es ingrato. El destino a veces se hace cruel. Decide jugar con nosotros.

La vida de las personas cambia, especialmente cuando han pasado seis años. Las gentes mutan, toman decisiones y alteran el resto de sus vidas.

La vida y sus complicaciones.

Inventé una máquina del tiempo, podrías pasara adelante.

Las luces de colores se encienden, sale humo del suelo y de pronto todo se aclara.

Estás en uno de esos largos pasillos que nos educaron. Ahora en lugar de ser tan nerviosa, estabas confiada, feliz y eras una adolescente enamorada.

Yo me distingo a lo lejos, estoy parado, tengo el suéter azul que todos teníamos y platico con una amiga.

Alguien nos presenta, yo decido irme contigo ese día de regreso a casa. Nos damos cuenta, como ahora, que coincidimos casi en todo, que crecimos casi juntos y que hay una gota de familiaridad.

Tú dices de repente "parece que nos conociéramos de toda la vida".

La máquina del tiempo está por volver al presente, debemos apresurarnos.

Tú te atreves un día (porque siempre me pareciste atrevida, de esas personas que consiguen lo que quieren) y retas a todos; te acercas y esperas que yo haga algo. Y yo lo que hago es ver fijamente tus ojos.

Justo cuando tú logras concentrarte en mis ojos, la máquina del tiempo te regresa al presente. A la silla en la que estás en este momento, en la habitación en la que te encuentras.

Tienes muchas dudas, imaginas qué pasó después que me viste ese día en la banca que estaba frente a la clase de inglés, que daba al campo de fútbol. Quieres llorar, pero decides reír.


Suena el timbre, los sueños se desvanecen y la realidad vuelve a hacerse presente. Piensas en lo que harás mañana, en lo que no hiciste y otra vez, quieres llorar, pero te haces fuerte y sonríes, sin sentido.


Al tiempo. Todo pasa y todo queda.


Quiero hacerte una pregunta: ¿te gustaría ser mi amiga?

miércoles, 12 de agosto de 2009

De extrañar

Extrañar a alguien es un sentimiento incomparable, inigualable, excitante, divertido, romántico.

Cuando extrañas, encuentras parecido a la cosa o a la persona en todos lados. Te parece que la ves a cualquier sitio donde vas. Cuando extrañas, sueñas, imaginas que las cosas serán distintas de como en realidad son.

Cuando extrañas te gusta recordar.

Extrañar a alguien es cosa rara. ¿Por qué extrañamos a las personas?, ¿será por la costumbre?

Te hace falta su presencia, su voz, sus palabras, su mirada, sus besos, sus abrazos, sus risas



Hoy, esta noche extraño el toque de inspiración para escribir; he repetido este post más de una vez. Quiero decir algo y no encuentro cómo. Me gustaría comunicar lo que pasa por mis venas, pero no lo he logrado. En las letras que escribí y borré, hablaba de la tentación. De cómo nos sentimos tentados a realizar tal o cual cosa. Pero lo borré porque sentí que no llegaba hasta donde quería. Este mismo post tengo ganas de borrarlo ahora, porque no logra contener mis sentimientos. No logra hacer que yo transmita mis ideas, mi sangre, mis sueños, mis pensamientos.

Ja. Me recordé de algo curioso. El otro día, una chica me dijo que yo era “sexy” y “guapo”; otra en contraste, jaja, me dijo que yo era muy “perro”.

Ellas no se conocen y no hablábamos del mismo tema.

Nunca me habían dicho sexy. Nunca me habían dicho perro. Ahora me lo dicen dos personas distintas, en el mismo día. En realidad fue un día cargado de emociones entonces.


No sé si soy sexy (lo dudo), pero sé que no soy perro.

Recuerdo en este instante que hace unos días, una persona – a quien le aseguré no escribir su nombre en este blog – me dijo que yo era estúpido. Dio sus fundamentos sobre las que ella basa su forma de calificarme. Le recordé entonces que días atrás me había dicho que me amaba; argumentó entonces que era bipolar. Ella repitió que una fotografía mía me hacía ver triste, solitario y patético. A la verdad, me dio risa. Reí más cuando expuso que alguien que al parecer fue su novio, le comentó que él tenía la impresión que varias cosas que yo escribía en este blog eran por ella o para ella.

¿Cómo es posible que una persona logre hacer que le ames y que le odies?, ¿cómo alguien consigue hacer esas cosas?

A esta chica de la que hago mención yo no la odio. En realidad, podría considerarse que le tengo algún grado de aprecio. Es decir, creo que su vida tiene un precio. Creo que es inteligente y potencialmente agradable.
No escribí lo anterior para evidenciarla o algo por el estilo. En realidad uno escribe de la gente que de alguna manera se ha acercado a uno. Por un gesto, por una mirada, por una palabra, por un silencio, etcétera.

lunes, 10 de agosto de 2009

De la vida y sus cambios

Todos los días escribimos una pequeña parte de nuestra vida, del presente que pronto es pasado y del futuro que aún no llega, pero que requiere de ese presente continuo para que sea una realidad.

A veces tomamos decisiones equivocadas, a veces acertadas.

La vida te puede cambiar en escasos minutos. De la noche a la mañana puedes sufrir un accidente, cometer un error. Puedes encontrar a una persona que te cambie, puedes comprar el número ganador de la lotería y tantas otras cosas.

La vida y sus cambios.

El tiempo pasa, jamás voltea su mirada.

Hoy percibo cómo muchas personas han tenido distintas decisiones en sus vidas y han cambiado. Me asombra.

No sé qué decir.

Pero sencillamente no puedo.

Las decisiones de hoy, determinan tu futuro.

Piensa tus decisiones de cada minuto. Razona, tómate el tiempo para que las cosas vayan en el rumbo correcto.

Un abrazo, que Dios te ilumine.

viernes, 7 de agosto de 2009

De este blog

Cuando escribo en este blog generalmente no lo hago con mente de escritor. Siempre escribo pensando simplemente en comunicar mis ideas. En escasos espacios he escrito algunos relatos, algunas ideas puramente literarias, pero casi nunca lo hago.

Trato más bien de exclamar pensamientos y repito: ocasionalmente me tomo a la tarea de escribir literariamente, pero casi no lo hago.

A mí me cuesta mucho escribir literariamente. Hablo de "escribir literalmente", tratando de hacer notar que eso es por ejemplo una novela, un artículo de opinión, una nota periodística, etcétera.

Normalmente simplemente escribo ideas.

Así que al momento de pensar en escribir un libro, pues pienso que, como me dijo una de las lectores de este espacio: no tengo experiencia. Y creo que eso es una de las motivaciones más grandes: empezar a adquirir experiencia.

Debido a que no la tengo, me parece que es momento de iniciar a obtenerla.


Hoy salgo de viaje por el fin de semana. Voy a "la ciudad perfecta", como le llaman a Quetzaltenango, Xela o Xelajú, como quieran decirle.

Es una ciudad ubicada al occidente de mi país, cerca de de una de las fronteras con México. Cerca de la frontera con Tapachula. Colinda con Quiché, Huehuetenango, entre otros departamentos.

Así que iré a ver la Luna de Xelajú (es una canción muy famosa en mi país y en algunos otros países; dicho sea de paso, esa canción - LUNA DE XELAJÚ - ha sido interpretada por múltiples marimbas, también Pepe Aguilar, Los Dandys, Pedro Infante, la orquesta de Ray Connif, así como casi todos los artistas guatemaltecos; creo que ya lo había dicho en otro post, cierto?).


En fin. Este blog es simplemente una excusa para escribir, ejercicio que tanto disfruto. Ejercicio mental, ejercicio espiritual, ejercicio profesional.

Este blog es sólo una excusa. Y como no tengo experiencia, éstas son: mis primeras excusas.

Y después?, tal vez vengan las segundas excusas, jeje. Después, cualquier cosa, seguirá sirviendo como excusa para escribir, para continuar ese romance con las letras.

Una excusa puede ser un amor, un desamor, un paisaje, una mirada, un sitio, una luna, una persona. La presencia de alguien, la ausencia de alguien, lo que alguien me dijo, lo que alguien calló. En fin. Una excusa.

Cualquiera.

jueves, 6 de agosto de 2009

Mi delator

Mi corazón me delató. Estaba latiendo rápidamente, como no es su costumbre.

Yo no lo había notado. Pero ella, ¡ah cosa curiosa!, me dijo "¿qué le pasa a tu corazón?". No supe cómo reaccionar, sólo atiné a decir "es por tu culpa".

Estaba enfrente de ella, hablábamos de cosas que no recuerdo ahora, pero yo estaba nervioso de estar frente a ella. Era ella. Es ella.
Mi corazón se descontroló y por primera vez: NO ME DÍ CUENTA. Cómo no darme cuenta que mi corazón parecía que quería salirse de mi pecho?, ja!, quién diría!, pero así fue!

Hoy estoy feliz, medio confundido, pero feliz en definitiva.

Por qué será que pasan esas cosas. Por qué.

En realidad sentí pena, vergüenza, cosas raras, pero no sé por qué me pasó eso.

O sea, EL CORAZÓN MÍO LATÍA EXAGERADAMENTE RÁPIDO. Ella me dijo "tranquilo, respira profundo" y yo no sabía qué hacer.

Parecí tonto, parecí raro, jaja. Y qué puedo hacer?, qué cosa rara esa!


Estoy débil. Sólo quiero no ilusionarme, porque eso suele ser doloroso.

sábado, 1 de agosto de 2009

SOBRE LA ENCUESTA DEL LIBRO

La encuesta la hice, por supuesto, pensando en publicar algo.


Claro, hablo de una novela que al menos en el asunto más importante ya va avanzada en un 75%. Habrá que revisarla una o dos veces y darle el toque que finalmente quiero, el que busqué desde el principio.

Un libro que trata de muchas cosas.

Un poco de política.

Mucho del tema relacional entre un hombre y una mujer.

Se torna sentimental, poético.

Me parece que es bastante predecible, como a "lo mismo de siempre", con la diferencia que tiene un toque distinto, un sello diferente.


En realidad, pensé en escribir eso porque siempre quise hacer un libro como ese. Tengo en mente y en mis manos muchas ideas más que quiero ir desarrollando poco a poco.


20 dólares pensé como un dato, pero no tengo ni la menor idea de cuánto costará. Tengo la propuesta inicial de que se haga bajo pedido y que cada quien pague directamente por el envío físico. La otra opción es que se pague una cantidad, seguramente inferior, por un e-book. Pero, personalmente, me gustaría tener una versión impresa.


No ha de ser digno de un Nobel, seguramente, pero es algo que quería hacer.



Tiene un toque impersonal.

No se trata de mí, pero me tiene a mí.

O sea, cada personaje tiene un poco de mi personalidad, quise hacer eso. Pero ninguno de ellos, en definitiva es autobiográfico, nada de eso.


Quise dejar en sello en cada personaje.



De qué se trata?

Es la historia de un par de estudiantes que se conocen un día cualquiera, en un lugar cualquiera. Que por azares del destino se separan y años después tienen la oportunidad de reencontrarse. Sin embargo, las cosas han pasado y ella, la chica, tiene una sola duda. A lo largo de esos años guardó una pregunta para él.

Y esa respuesta, le pone punto final al libro.


Me gusta la encuesta. Es realista. Varias personas dicen que "no soy lo suficientemente bueno" y les aprecio el tiempo que se tomaron para votar. Y hay otras personas respondieron "sin dudarlo" y un término medio dijeron "lo pensaría".

Los resultados son interesantes. Así que queda un mes aproximadamente.

Sigan votando, eso me da una percepción del mercado, jajaja.



Gracias por leerme. Gracias por votar, indistintamente si lo haces para hacerme saber que no soy lo suficientemente bueno como para comprar un libro mío. Ya conseguí tu tiempo para este blog, así que eso es muy útil y debo ser agradecido con la vida.

De los recuerdos

Hoy platiqué con una persona que conocí hace varios años.

Tenía cerca de seis años de no hablar con ella. Y tengo esa misma cantidad de tiempo de no verla.

Me dijo que cuando nos conocimos yo le gustaba. Por supuesto que eso yo ya lo sabía, siempre lo supe, siempre lo supimos.

Hace algún tiempo me enteré por otra conocida en común que ella se casó a corta edad y ahora ella misma me lo ratificó. Inicialmente me alegra porque he de suponer que eso tiene semejanza con ser feliz y hacer feliz a alguien, en complementarse con otra persona.


Recordamos algunas cosas en la conversación vía mensajero (messenger). Yo conseguí su dirección electrónica por una investigación online casual. Me alegró saber que hay una persona, que todavía existen las personas a las que les gusté. Jaja.

En realidad escasean.

Si uno de ustedes me encontrara por allí y me preguntara "cómo estás" (pregunta que todos suelen hacer, aunque en realidad no te importe cómo está la otra persona y la otra persona nunca responda la verdad, sino siempre un simple "bien, gracias, y tú?"), mi respuesta sería: tranquilo, un poco resignado, raro.

No tengo el sentimiento de querer ver a la chica que ha provocado varias de mis letras en este blog. Ella está allí. No está enamorada de mí y como dijo Claudia, sólo me huye porque cree que al "negárseme" me hará daño. Creo que me hace más daño huir.

O sea, le huye a hablar del tema romántico. A tener espacios para tocar ese asunto. Asunto que para ella es "no" y que para mí es "por qué no?", jajaja. Algo así.

Pero independientemente de esta chica que encontré, ella me hizo recordar una vez que después yo intenté tomar la iniciativa con ella y no funcionó.

Yo recuerdo que siempre he sido tímido. Y ella estaba demasiado seria y enojada cuando intenté entablar una conversación saludable. Ahora, seis años después, ha confesado que en realidad ella estaba muy nerviosa porque yo le estaba hablando y no sabía cómo comportarse.

Ah si el destino nos hubiera hecho distintos en el pasado!

El destino no pertenece al pasado?, no, tal vez no.


Qué curioso, qué divertido. Qué raro.


En realidad cada momento va escribiendo el futuro. Cada momento es necesario para aquello que aún no hemos vivido.


Y me causa curiosidad.

Últimamente he pensado fuertemente en algo que todos hemos escuchado alguna vez. En eso de "somos actores y escritores de nuestras vidas".

A veces voy por la calle o en la universidad - como hoy - y pienso "qué pasaría si a la primera chica que veo, que me gusta, me le acercara y le clavara un beso", seguramente ella creería que estoy loco o tal vez le guste el atrevimiento de un extraño y corresponda.

A lo mejor así conozca a la mujer de mi vida o ta vez alguien me rompa la cara por esa actitud. No lo sé.

Pero pienso eso, a sabiendas que mi decisión de ese segundo, determinará mi historia. Si hoy, por ejemplo, hubiera decidido besar a una desconocida que me gustara, en este momento estaría contando esa historia, esa historia que yo hubiera escrito hipotéticamente, jeje.

Pero no!, no fue así!


Tú decides tu historia, tú la escribes.


Quieres tener algo qué contar?, pues hazlo.

Quieres saber qué se siente tal o cual cosa?, inténtalo.

Claro, hablo de cosas enteramente sanas y saludables, que no se salgan del orden natural. No te incito a que te equivoques, sino más bien a que seas más atrevido o atrevida en el papel que debes jugar en tu vida.



Que Dios te ilumine, un abrazo.