viernes, 21 de septiembre de 2007

Obituario

Hace algún tiempo estaba escribiendo algo parecido a un obituario. En realidad eran varios relatos de muertes narradas. Un obituario constante. Una de esas muertes captó mi atención de manera especial, al releer lo que escribí. Era la muerte de una chica, simpática, amable, alegre, amigable. Ella tenía un problema: todos sus amigos, tarde o temprano, terminaban enamorándose de ella. Y es que se convirtió en un problema cuando ya no podía confiar en alguien, porque siempre terminaban con propuestas románticas. Y como lo dije en ese entonces "a lo mejor una sociedad fría, sedienta de amor, no apreciaba a la chica", hoy lo repito.
Hay personas que nunca nacen, porque vienen al mundo muertas; hay personas que nacen y mueren; hay personas que nacen, crecen, se reproducen y como todos: finalmente mueren.
Lo importante es que todos morimos.
Hoy 21 de septiembre de 2007, cuando el reloj apuntaba las 19:21 Hrs., yo, o alguna parte de mí volvió a morir. Era una parte agradable que logró muchas cosas, trató con muchas personas de manera personal y conquistó muchas mentes. Ese yo, o esa parte de mí, después de fuertes subidas y bajadas de presión, una corta recuperación e ilusión clínica de salud, finalmente volvió a morir. Algunos esperaron felices que no muriera, otros no le conocieron.
¿Qué parte de mí?, la que escribía pensando en la serenidad e inteligencia, la que confiaba en la madurez y altura de las personas. Esa parte que no había notado que la estupidez existe, que las apariencias, no sólo es cierto que engañan, sino que saben engañar. Lo importante es que todo pasa, lo malo es que todo queda, al tiempo

jueves, 20 de septiembre de 2007

Retrógrado

Pensando en ser retrógrado. Retornar a las raíces, entender un poco de lo que antes hicimos. A veces me pregunto a mi mismo "mi mismo, ¿por qué escribir?", pienso que alguna de esas veces "mi mismo", puede salir lastimado, ofendido. Sin embargo, siempre regreso y escribo. No hace falta una ocasión especial, sólo una excusa que incite, sólo una idea que provoque o quizás una mirada que acuse los pensamientos a salir. Primero convengamos en algo, hoy estoy aquí, por una de esas razones. Quizás se trata de regresar, de retomar sueños e ilusiones.
¿Alguna vez sentiste ganas de regresar a tu infancia?, será por algo especial, será en uno de esos momentos que quieres dejar la responsabilidad para otro día, para otras personas. Es que a veces cometemos errores que provocan eso.
Hoy debería estar feliz, estoy escribiendo. Y sí, existió una provocación, una incitación. ¿Una mirada?, no, fue lo que podría definir como un momento. ¿Un momento hace eso?, la vida es la sucesión de momentos, así que cada uno de ellos marcará el siguiente. Un momento bastó y no sé por qué, aún no logro comprender con exactitud qué es lo que está pasando, o dicho mejor: qué fue lo que pasó.
Retrógrado. He vuelto y estoy escribiendo ante la provocación. Eso me hace feliz, lo demás, ya veremos.

De excusas

¿Que qué es escribir?, unos dicen "un desahogo del alma", y en realidad existen muchas frases que quieren envolver el arte, pero ¿qué es entonces?. Para mí, una excusa. Escribimos para una receta, una carta, para pedir algo, escribimos sólo porque sí (aunque somos muy raros y contados, sobre todo raros los que lo hacemos sin un propósito definido), pero siempre paramos escribiendo por una simple excusa. Escribimos por cualquier razón. Hoy, estoy escribiendo y no sé cuándo lo dejaré de hacer, pero se trata nada más de una simple y quizás tonta excusa. Al tiempo, todo pasa y todo queda.

martes, 18 de septiembre de 2007

De sueños


Indudablemente la capacidad de soñar, es un placer y poder reservado para pocos. Claro, hablo de gente con libertad, totalmente seguros de sí mismos, de lo que quieren. El día que dejamos de soñar, dejamos de crecer. Creo que los sueños nos dan una potencia especial, sacan lo mejor de nosotros, nos hacen sentir pasión, ilusiones y algo nuevo. Es cierto, sólo soñar y soñar, sin hacer algo por ese sueño, es ser alguien que simplemente está ilusionado, pero que nunca logrará algo. Sin embargo, soñar y hacer algo, resulta en grandes consecuencias y grandes vidas. Como diría Coelho "Todo empieza con una visión fugaz o un pensamiento efímero. Y termina en obsesión", lo que quieres, lo que anhelas, siempre terminará siendo una obsesión, algo que necesitas hacer para sobrevivir. Entonces, soñar y llenar nuestra boca de risa van de la mano, es una capacidad reservada sólo para quienes tienen una verdadera libertad, no les importa las circunstancias, no creen en ningún obstáculo que está enfrente, simplemente hay perseverancia, fe y muchas ganas. Una visión la origina una necesidad, una necesidad en el corazón, una carga impuesta por alguien superior. ¿Qué pasa si estás en el hombro de un gigante? pues logras ver más allá, observas a otro nivel y observas cosas que sólo quien ha estado allí comprende. Claro, sólo estás viendo, ambicionando algo, estás soñando. Pero ver lo que quieres te hará sentir que ya estuviste allí, te hará luchar cada día por eso. Lo importante, como dijera mi amiga, es lo que haces después de un buen sueño.


Del amor

Del amor nada. Se ha dicho mucho, se entiende poco al final. Quizás realmente no es que se entienda poco, sino que cuando estamos en la situación propia, nos olvidamos de lo que alguien nos dijo o sugirió. Estamos concientes que alguien nos tiene qué hacer sufrir, porque el amor todo lo sufre; que alguien nos hará esperar, porque el amor todo lo espera. Sin embargo, ¿por qué sigue habiendo gente que cree en el amor perfecto?, en el que no hay discusiones, todo es felicidad y hay un festín de sexo (o sólo el festín, en el peor de los casos). El amor es, como dijeras tú, amar, enojarse, volver a amar. Es para no caer en rutina, para descubrir que no es algo irreal, sino algo real. Dios es perfecto, Él nos hace esperar, sufrir, pero también es justo y paciente. Dios no se equivoca, es que Él es amor. El amor entre personas, debe tener altibajos, sino sería demasiado plano, demasiado derecho y poco emocionante. Debe tener esperas, desesperaciones, cansancio, descanso. Amores, peleas, y más amores. ¿Por qué?, porque el amor todo lo espera, todo lo soporta, no es jactansioso ni tampoco es envidioso. Cuando amas a alguien, te importa exclusivamente su felicidad, sin importar que ese alguien encuentre SU FELICIDAD (que es lo único que provoca felicidad en tí) al lado de otra persona. Es decir, te importa amar, no que te amen. Amas, sin esperar algo. Así como se siembra se cosecha: siembras amor, recibes amor, aunque no siempre con la misma persona. ¿Y del amor?, tanto qué decir, tanto qué preguntarse. Hablaré muchas veces de mí, porque como dices, estoy enamorado del amor. He intentado muchas veces no hacerlo, pero siempre regreso y lo hago, así que ¿y del amor?, hay mucho de qué hablar...