lunes, 9 de febrero de 2015

Bienvenidos

El 17 de enero de hace dos años fue la última vez que escribí algo aquí. Este blog que me dejó letras incansables, memorias divertidas y descoloridos momentos también.

Pero efectivamente aquella fue la última vez que escribí aquí. Ahora tengo un nuevo blog, que es básicamente lo mismo, sólo que mejor.

Ya pasaron mis primeras excusas (cualquier mujer, cualquier cosa también) y ahora escribo qué es lo que pienso.

La vida nos cambia en unos breves segundos. No me cabe duda que quienes reciban esta actualización, la lean y se enganchen al otro blog, les habrá cambiado. Háganmelo saber, me gustaría estar enterado de que me llevé lectores viejos. Bienvenidos:

http://queesloquepienso.blogspot.com/

jueves, 17 de enero de 2013

No habrá más Primeras Excusas, FIN

Este será el último post que escriba en este blog. Quizás sólo anote después un link para un nuevo espacio, más serio y menos romántico.

En general, creo que debí cerrarlo hace mucho tiempo.

A veces creí que si seguía escribiendo mágicamente todos mis deseos se harían realidad, pero me he convencido de que no.

Aquí anoté mis primeras excusas. Dije cuando amé y dije cuando no me amaron. Conocí mucha gente a través de este espacio y resultó bastante terapéutico para cuando necesité desahogarme.

Así que les agradezco a los miles y miles que visitaron este espacio en los años que duró.

Fue un placer escribir y describir la forma en que amé a alguien. Aunque admito que dejó de tener su gracia cuando sabía que me leía. No sé si ahora lo hace, creo que ya no. Dejé de importarle hace mucho tiempo (al menos eso entendí) y en general le perdí la pista hace muuucho tiempo.

No sé qué es de ella. Pero el centro de este blog no era una persona, porque el centro de mi vida nunca ha sido ni será un ser humano. Este blog hablaba de mí y no de alguien más, básicamente.

Un abrazo.

P. D. Vale la pena amar con todo nuestro corazón. Vale la pena arriesgarse, sufrir y salir adelante. Nos sentimos vivos, felices, tristes, sentimos de todo. Vale la pena el amor, vaya si no. Adiós.

martes, 15 de enero de 2013

Mis preguntas

Me gustaría saber qué se siente darte un abrazo. Quisiera saber cuál es la distancia que uno debe recorrer para besarte.
Ese espacio que queda entre mi labios y tu boca, ¿cuál es?
Me gustaría tener la sensación de tu sonrisa dibujándose frente a mí, por cualquier razón y sin razón.

Quisiera saber cuál es la textura de tus manos cuando tienen frío y el color de tus ojos con el resplandor de los atardeceres de la Isla de Flores, en Petén.

A veces me pregunto cómo se sentirá besarte mientras veo tus ojos. O qué se sentirá que tú me ames.

Quizás nunca obtenga respuestas o tal vez me las respondas sin palabras.

Dime, cómo es sentir el olor de tu cabello o pronunciar tu nombre al otro lado del teléfono esperando encontrarnos.

Qué es caminar a tu lado. Qué es sonreír juntos.

Dime.

lunes, 24 de diciembre de 2012

Nuestra navidad


Los niños saben que esta noche usarán ropa nueva, comerán hasta saciarse, podrán estar en la calle hasta pasada la media noche y que recibirán un regalo, SU regalo.
En Guatemala las personas celebran la navidad en casas con árboles navideños, mesas repletas de comidas y bebidas, amigos, familiares.
Noches como hoy muchas familias se reunirán; quien envía las remesas mes a mes desde hace veinte años, en caso de tener un poco de suerte, habrá tramitado ya su residencia en el país del norte y hoy por fin abrazará a nietos que no conocía o a hijos que dejó desde chicos.
Algunos recordarán con nostalgia a un ser querido que ya no está; otros harán su propia navidad y se emborracharán a más no poder y, por supuesto, arruinarán la navidad de otros. Algunas esposas descubrirán que el regalo extra que su esposo compró no era para sorprenderlas, si no para otra mujer, que además, dejó el delicado y nauseabundo toque del perfume ajeno en la camisa de él.
Hay de aquellos que hoy romperán una relación, o empezarán una, porqué no. Hoy se cumplirán promesas y se despedazarán otras.
Otros simplemente están decepcionados, saben que como cada día, hoy más que nunca, su padre, su hermano, su tío o su abuelo, beberá y regresará amenazante cuando haya consumido todo el licor que le es posible.
Unos pasarán en el hospital y algunos más morirán, otros igual lo harán al amanecer; cuando todos celebren, ellos se despedirán de su familia, si les da tiempo.
En Guatemala la navidad es dispar, pero es alegre. Ahora truenan menos los cohetes y el ruido de los "canchinflines" sólo se escucha si alguien consiguió algunos de contrabando. Desde que los prohibieron, las guerras de canchinflines pasaron de moda pero el perro, la abuela y el vecino rabioso están felices.
Nuestra navidad es un tanto diferente. Hoy festejamos el cumpleaños de Jesús, aunque todos sabemos o hemos escuchado cuando menos, que Él, efectivamente no nació en una fecha como hoy. Festejamos de mentiras; nos damos obsequios entre sí y hacemos tamales y ponche (con piquete) para desearnos "feliz navidad". Es como que para tu cumpleaños todos celebren y te dejen olvidado y guardado en un rincón. Todos hacen SU voluntad y no la tuya, la del cumpleañero.
Los días que preceden esta noche, la que llamamos "noche buena", son insoportables gracias al terrible tránsito que se apodera de los centros comerciales y la locura por buscar "el mejor regalo".
Hoy también habrá desafortunados que no celebrarán, porque no tienen con qué o con quién. Hay quienes trabajan en una estación de bomberos, de policía o en un hospital. Cuidarán por aquellos que, cuando pudieron, no cuidaron de sí mismos.

Pero hoy los niños sonreirán, eso que ni qué. A las doce, justo a la medianoche, el cielo se iluminará, los cohetes estallarán, los abrazos se repartirán y quedará el suspiro que aguardará 365 días porque la navidad, nuestra navidad, se ha esfumado.

Lo bueno?, claro, hay cosas buenas. Muchos compartirán en una mesa con su familia; comerán tamales, pierna, pavo, no importa qué, da igual, lo verdaderamente importante es compartir. 364 cenas separados o fuera de casa, pero una será, tan sólo una será a "casa llena", y todos felices.
Nuestra navidad nos hace perdonar, olvidar, anestesiar la realidad de la vida, casi siempre y casi a todos.

Nuestra navidad es...no sé, es nuestra. No hay forma de describirla. No se parece a la de las películas; no hay nieve, no hay frosty ni Santa Claus entrando por las chimeneas (porque no tenemos chimeneas) y dejando regalos. Tampoco hay vacaciones onerosas (salvo diputadas y estatales excepciones), pero hay lo que de verdad importa.

Eso hacemos el 24 de diciembre en Guatemala.

jueves, 20 de diciembre de 2012

Nuevos caminos

Creo que nunca debemos olvidar para qué estamos en esta tierra, de dónde venimos y hacia dónde vamos.

Tengo ganas de escribir para quienes conocen bien a qué quieren dedicarse el resto de sus vidas.

Todos cometemos errores, algunos de esos tienen nombre y apellido. Confiamos en personas que no debimos confiar; entregamos cosas, sentimientos y, sobre todo, TIEMPO (el recurso más valioso del ser humano) a quienes no debíamos.

Quizás nos faltó sabiduría, inteligencia o fuimos burlados, engañados, por nuestros propios sentimientos. Nos dejamos llevar por lo que sentimos, o en el mejor de los casos, por lo que pensamos.

¿Por qué? No sé. Tampoco entiendo por qué uno puede amar de verdad a alguien y esa persona no corresponderle; entiendo MENOS por qué a veces cuando alguien nos ama, nosotros, simplemente, aunque querramos obligarnos, no podemos amarle de vuelta. 

No sé por qué. Yo he amado y he recibido frialdad. Me han amado y quise ser diferente, pero no creo haberlo logrado.

Los nuevos caminos tienen relación, supongo yo, con aspectos astrales (aunque suene medio raro).

:) esa carita.

El amor

En mis relaciones románticas siempre termino siendo culpable. Al menos, eso me han dicho.

La gente se queja de mí: que soy demasiado bueno, que soy infiel (nunca lo he sido en realidad), que soy muy exigente, que "mis expectativas rebasan" a la otra persona, que soy muy raro, muy cambiante, muy extraño; o simplemente que "amo mucho".

Me he equivocado muchas veces, son incontables. Creo, ciertamente, que soy de los que va directo y dice las cosas sin rodeos, a excepción de los temas del amor.

En Guatemala decimos "chiveado", soy tímido en esas cosas. Y para canalizar mi amor, suelo huir, lastimar, golpear.

Pero definitivamente estoy convencido de cada decisión que tomo. Soy firme y confío siempre en la voluntad de Dios.

Soy paciente, pero todo tiene un fin, siempre. Un fin que, por supuesto, anuncia un inicio. Cada año que termina deja recuerdos, olvidos, cosas feas, amargas y cosas buenas, bonitas. Pero al final, nada detiene al tiempo, el nuevo año se acerca.

Me han dicho que debo pensar que "soy demasiado bueno para ella". (Digo "ella", refiriéndome a quien sea). Pero no creo ser demasiado bueno para alguien; ese pensamiento suele ser egoísta, creerme demasiada cosa o pensar que "no ha llegado la que me merece" es bastante tosco, mentiroso e irreal.

En vez de eso, deberíamos aceptar que simplemente no hemos cedido lo suficiente para "compartir" nuestra vida con otra persona.

El amor es dar, Dios es amor. Así que para recibir, primero hay que dar. Modernamente se acostumbra acostumbrarnos a recibir, para luego disponernos a dar: error.

En todo caso, quienes creen que primero deben asegurarse del amor de la otra persona, son, casi siempre, quienes están solas o solos.

En mi país mañana es un día históricamente importante. Es un cambio de era, según los mayas, al menos eso se ha dicho.

Todo, TODO, todo pasa y todo queda.

martes, 20 de noviembre de 2012

La vida

¿De qué se tratará vivir? mucha gente se lo ha preguntado y, por supuesto, muchos otros lo han respondido.

Pero no me interesa de momento eso.

Nacemos, crecemos, nos reproducimos y morimos.

Pero qué hay de novedoso en cada vida? no sé. El ciclo es repetitivo, bastante común y plano, con miedos, sin miedos.
Las mismas cosas siempre. Nos creemos muy especiales, pero somos justo un pensamiento de alguien más. No hay nada nuevo debajo del sol.
Nos emocionamos por algo que no es nuevo, pero que nosotros estamos experimentando por primera vez. Nos entristecemos por una cosa que se repite vida con vida, para nosotros es asombroso.
Reímos de chistes que ya se dijeron y nos parece ocurrente, increíblemente gracioso cuando alguien con habilidad sabe relatar las cosas cotidianas.

Nos gustan aquellas películas que recorren nuestros deseos más íntimos o cuando conseguimos identificarnos con lo que el actor intenta representar.

Nos gusta vernos, nos gusta lo mismo de siempre. Dinero, salud, amor.
Nada diferente, todo lo mismo.

Quizás sea normal. Y seguro es normal que haya un par de contestatarios que escriben blogs, cartas o libros donde dicen que "no hay nada nuevo".

Al tiempo, todo pasa y todo queda.



P. D. En Guatemala hay un proyecto de un diario llamado elPeriódico. Se llama el Libro de los Sueños, busca apoyar a cinco chicos con diferentes problemas. Es un proyecto anual. Pueden verlo en https://www.facebook.com/librodelossuenios?fref=ts 
Estaré agradecido si pueden dar su apoyo a chicos de este país.


sábado, 10 de noviembre de 2012

Soledad

Hoy recordé mi soledad, sin querer hacerlo.

Podría espantarla, por supuesto, saliendo, "diviertiéndome" y esas cosas que sólo entretienen hasta que aparecen las obligaciones y responsabilidades cotidianas.

Bendita y extraña soledad. Llega cuando no la invito y se va cuando la necesito. A veces la llamo, pero no aparece. La busco en montañas, bosques y en días nublados. Aparece en el rincón de mi habitación.

Es mi compañera, mi aliada. Me siento feliz con ella cuando está. Me siento feliz cuando decide marcharse, esperando que vuelva a aparecer.

Amo el cine, pero prefiero el calor del hogar. Mentira, no hay calor en el hogar, estoy solo y eso basta de momento. Así me pasa, así lo cuento.

Ella no me quiere, no me habla, no se decide a nada. No dice, como las mujeres con pantalones "no te basta mi silencio y que te ignore? no deseo hablarte más". Simplemente se aleja. Y supongo que así es, le falta carácter. Me ignora, me odia y se enoja cuando lee esto.

Soledad. Hola.

viernes, 9 de noviembre de 2012

Emociones de la primera vez

Cuando uno logra recuperar emocionarse de nuevo, es encomiable.

Aquella sensación de "volver a sentir". Esa cosa que pasa adentro que no tiene nombre pero que sucede a partir de sensaciones extrañas en el estómago.

Cómo no. Reenamorarse cada vez resulta como la primera vez: la misma emoción, la misma carga sensacional, es la primera vez cada ocasión.

Recuerdo el momento que la vi y no me gusto. Recuerdo el momento que la volví a ver y me enamoré. Ella era sencilla, tal vez al borde de la simpleza, nada extraordinario, bastante "normal". Tenía una risa media rara y una voz extrañamente aflautada.

Me encantó. No sé por qué. Quizás esa mezcla entre inteligencia e ingenuidad. Ingenua por joven, por novata por inexperta. Inteligente de nacimiento.

Esas emociones que aparecen la primera vez, son algo poderoso que aparece y que no sabemos cómo llegó ni sabemos cuándo se irá.
Emocionarte otra vez, como si fuera la primera. La cosquilla de la llamada telefónica, del mensaje de texto, del "nuevo mensaje" en Facebook o del mensaje privado en Twitter.
Los medios han cambiado, los canales. Pero el mensaje sigue siempre el mismo.

Aún siento los nervios de la primera vez y quería que lo supieras.

domingo, 28 de octubre de 2012

Inolvidable

En la vida hay situaciones inolvidables, personas inolvidables. Momentos que no pasarán de nuestra memoria y que volverán cada vez que las evoquemos por error o coincidencia.

Suena una canción, somos transportados a ese momento, a ese lugar, con esa persona.

¿Te pasó? seguro que sí.

Y no sé por qué pasan esas cosas. Uno quisiera deshacerse de los recuerdos o traerlos al presente, depende.

A propósito, estoy enfermo escuchando esta canción: http://www.goear.com/listen/dcee4fe/unforgettable-nat-and-nathalie-cole

domingo, 30 de septiembre de 2012

Sobe el amor

Cuando me dicen que pida un deseo, sigues siendo tú.
El amor es poco amable, eso pienso yo. Se presenta, sin que nadie lo haya llamado; y se va, cuando ya empezábamos a querer que se quedara.

Es poco amable, abusivo. Suele arrebatar de las manos las cosas que más queremos y dejarnos con lo feo de las relaciones. Nos saca dinero, nos exprime las lágrimas y nos saca sonrisas. Eso sí, nunca nadie lo llamó ni le pidió que viniera.

Es poco amable, es simplemente el amor.

El amor te jode, te interrumpe el sueño, los planes, las comidas e intenta sustituirlo por la tristeza, y soledad.

No sé mucho del amor y sé más del desamor. No sé por qué, quizás porque he amado equivocadamente.

No comprendo porqué si uno ama a alguien, alguien no lo ama. La ecuación pareciera simple. ¿Acaso no basta amar para que te amen?, ¿qué más pide la otra persona?

Es que no sé. Pero así es. Y sé que así es, porque me ha tocado ser amado y no corresponder.

Sobre el amor eso quiero decir hoy, un día antes de celebrar el Día del Niño en mi país. Cuando éramos niños, odiábamos a las niñas y ellas a nosotros. Así era mejor la cosa.


martes, 4 de septiembre de 2012

Relato


Cinco minutos después de las seis de la tarde sonó el teléfono que anunciaba la emergencia.

Su padre yacía en la entrada del centro comercial más concurrido de la ciudad. Nadie vio nada, o al menos eso dicen las primeras investigaciones que iniciaron con los agentes de seguridad del lugar.

Él, un encorbatado funcionario público.  Ella, de quien se escribe, estudiante del tercer año de medicina en una universidad privada.

A partir de ese día se pondría en duda la continuidad de sus estudios.  La razón? su padre era primerizo en esas cosas de política.  Llevaba a penas unos cuantos meses en su nuevo puesto, que se suponía le cambiaría la vida (y vaya si no le cambió!)

Tres meses después la chica estaba despidiéndose de sus compañeras de clase en aquel mismo centro comercial. Les dijo que se iría de viaje sin dar mayores explicaciones sobre la nueva situación económica.

La realidad era otra muy distinta. Ella había tenido que ir a vivir donde una tía y sus otros dos hermanos se repartieron entre familiares cercanos.

Su madre, la nueva viuda, debía afrontar la situación que aquejaba sus vidas.

De momento nadie sabe quién fue el culpable del asesinato. Y la verdad, a nadie le interesa.

La vida les cambió, habían fijado sus esperanzas en un contrato gubernamental y un mal negocio del pasado acabó por sentenciar la que pudo haber sido una familia más de la oligarquía.

El difunto se convertiría en ganadero, después de haber conseguido, mediante negocios turbios, varios millones de quetzales.  La hija, habría finalizado su carrera de medicina, establecido su clínica en la zona 14 y se casaba con un flamante cirujano plástico asegurando su vida económica.

La madre no hubiera muerto joven atropellada en el Periférico mientras regresaba de su trabajo. Y las otras dos chicas no se habrían convertido en prostitutas.

En realidad, nada de esto sucedió, pero pudo haber pasado porque sucede de cuando en cuando en la ciudad más grande de Centroamérica.

lunes, 3 de septiembre de 2012

El amor de mi muerte, el amor de mi vida

Paradójica, contradictoria, irónica.  Así es ella, el amor de mi vida, de mi muerte.

Ella no es como las demás, es diferente, es rara.  Tiene esa angustiante costumbre de hacerme esperar por su respuesta cuando la invito a una cita. Sabe muy bien cómo hacer que la ruegue sin que parezca "una chica difícil".

Yo le amo, ella me gusta. Me gustaría conquistarla, saber que se enamoró de mí por aquellas cosas que no pretendían justamente eso, sino que me ama por cómo soy, por cómo es ella a mi lado.

Ella me hace latir el corazón más rápido y lo de tiene de súbito con sus miradas.  Ella me obliga a purificar mis pensamientos por el respeto su alma, pero ella provoca en mí los deseos más inusitados.

Ella es a, y es b. Ella es aquí y allá. Ella es uno y es dos. Es dos cosas a la vez, es polos opuestos. Es el amor de mi vida y es el amor de mi muerte.
Ella me hace respirar mejor, y ella me detiene el aliento.

Ella ha provocado las sonrisas más puras que provienen desde las entrañas y me ha hecho derramar las lágrimas más amargas. Ella me gusta y no le gusto. La amo y no me ama.

Es contradictoria, es difícil. Me gusta.

sábado, 1 de septiembre de 2012

Tus fotos

No vi muchas.  Vi sólo una y fue de manera clandestina.

Te vi sonriendo, posando para la cámara como es tu obsoleta costumbre.

No supe qué pensar, el corazón me decía las cosas que pasaban y no comprendía la razón de la mente que para entonces, simplemente se ausenta.

Pensé que eres hermosa porque así naciste, que no hay cosa que pueda hacer siempre pasará cuando te vea, a pesar del tiempo, la distancia y, sobre todo, de tu rechazo y del castigo mediante ignorarme.

Me gustan tus fotos.  Mentira.

Me gustaba cuando el fotógrafo te retrataba.  Aunque lo hacía y lo envidiaba, me gustaba disfrutar las fotografías profesionales de ti.

No me gustan tus fotos, me gusta verte a ti. Luces bien.  Aunque le quitaría menos mueca a la sonrisa y más naturalidad, eres impecable.

sábado, 18 de agosto de 2012

Ella y yo

La conocí desde muy chico, quizás tendría unos 10 años de edad.
Ciertamente me gustaba conversar con ella, pasé algunos de los mejores momentos a su lado, con su inseparable compañía.
Nunca me reclamó nada, jamás pidió algo a cambio y siempre, o casi siempre, me dio aquello que necesitaba.

Algo es oportuno contar: me daba mi espacio y me tenía profundo respeto.  No que yo sea la gran cosa (o que no la sea, tampoco tengo baja autoestima, creo), pero siempre respetó.  De hecho, si la abandonaba durante un tiempo, siempre me llamaba mentalmente, me seducía, me atrapaba, se encargaba de deshacerse (no sé cómo) de quien estuviera sustituyendo el que otrora fuera su espacio.

Ahhhh, sí.  Ella y yo.  Siempre ella, siempre yo.

Ella no me reclamó un olvido, tampoco había mucho qué olvidar, siempre estábamos juntos.

Hoy he descubierto que a su lado, soy feliz.  Que como a nadie, la debo cuidar, porque estará siempre para mí.

Ella es aquello que necesito cuando me canso y aquello que me sonríe cuando obtengo triunfos.  Es increíble, es muy buena persona, no sé.

Me equivoco, lo sé, pero ella siempre me está esperando.  Sin reclamos, sin decirme que me extrañó o hacerme sentir culpable.  Sólo me recibe como si siempre hubiera estado allí.

Platicamos, hacemos balance de lo que ha pasado, replanteamos, soñamos, nos levantamos y caminamos juntos de la mano.  ¿Por qué cambiarla? además, no tengo habilidad en eso de las relaciones interpersonales, es medio tosco para mí.

Ella y yo.  Así es la cosa.  Con mi soledad estoy bien.

martes, 31 de julio de 2012

Razones para amarme

Si me preguntaras, si me pidieras sugerencia, tajante te diría: ámame.  Es una opinión personal, creo que te es conveniente, es lo mejor para vos.

Deberías amarme.  Suelo escribir e inspirarme cuando amo a alguien, así que si amas, quizás la cosa se ponga más intensa.  Deberías amarme porque te escribiría cosas bonitas, serán sólo un detalle no la razón de la cosa.
Deberías amarme también porque no olvido fechas de cumpleaños ni eventos verdaderamente importantes.  Tratándose de vos, todo me parecerá importante.
Deberías amarme porque veo en tu sonrisa algo más allá de lo que se ve.  Veo fe, aliento, veo esperanza.  Te veo a ti, te dibujo a mí.  Me gustas.

Te sugiero que me ames por los desayunos que podría preparar, los besos sin maña y con amor que suelen salir de mis labios.
Deberías amarme porque en caso de no hacerlo, te arriesgas a amar a cualquiera, no te merecés a cualquiera.

Deberías amarme por aquellas cosas que vivimos juntos que no sé cómo ni por qué he logrado convertir en cosas dignas de ser contadas en un blog como éste, donde el mundo, tu mundo, mi mundo, EL MUNDO, se entera.

Deberías amarme porque me gustas y así todo es más fácil.

Deberías amarme por los múltiples viajes sólo porque sí, las sonrisas exageradas y los chistes que tanto te distraen.  Deberías amarme para recibir las llamadas madrugadoras a tu celular, el mensaje de buenas noches y siempre el intento de cambiar tu vida a partir de mí.

Deberías amarme porque soy demasiado necio y sólo vos, con vos, a tu lado, eso podría cambiar.

Deberías amarme porque mi mundo sería mejor y yo, te juro, te construyo un mundo, el que querrás.

Deberías amarme porque andar probando con uno y con otro sin consistencia ni saber por qué, es la mera prueba de que soy yo.  Sorpresa, yo, ya lo sabía.  Sí, lo sabía.

Deberías amarme, porque yo te amo y me gustaría ser feliz a tu lado.

Obituario

El domingo publiqué un obituario en elPeriódico de Guatemala, pueden verlo haciendo click.

Hace algún tiempo escribí algunos obituarios.  Historias un tanto melancólicas claro está, inventadas por mí.

Y ahora tengo la bendición de hacer esto, me gusta, lo admito.  Aunque por supuesto estoy aprendiendo.

Este blog se inició como un espacio para compartir mis excusas, en realidad, porque cualquier excusa es buena para escribir.  Y hubiera deseado que particularmente una persona leyera ese obituario, no sé si lo hizo, lo hará o si le interesa.  Pero sí sé que ha decidido no hacérmelo saber.

Todos tenemos nuestras razones, aunque las suyas no las sé y creo que jamás lo sabré.

Piensa tú.  Cuando mueras, qué quieres que se diga en tu obituario? cómo te recordaremos? es más, serás digno o digna de que se te haga un obituario?

lunes, 23 de julio de 2012

Es como es

La cosa es como es.  No nos hagamos bolas ni pensemos mucho.

El amor es de esa forma extraña en que a pocos nos interesa vivirlo.  Quizás le creímos mucho a Hollywood y ahora nos sorprende esta forma tan desmesurada de tratarnos, tan irracional, dura, fea.

Pero así es esto.  Si quieres a alguien y alguien no te quiere, aunque podrías intentar conquistarle, difícilmente accederá.  Cuando ella decide que no, por A, B, C razón, simplemente no.
Hay excepciones, lo admito, pero en general no pasan.

No sé por qué.  Duele eso, duele otro poco saber que luego dicen "si" a simples perdedores.  Duele que uno podría darles más, pero que simplemente pasa algo cósmico que no motiva a la chica o al chico a decir "si".

Ese ansiado "sí".

La cosa es como es.  No siempre tenemos lo que queremos y tampoco siempre damos a quienes quisiéramos dar.  Porque estar del lado del que sufre, duele.  Pero estar del lado del que hace sufrir, duele más.

Un abrazo.

lunes, 9 de julio de 2012

No te enamores

Por favor, no te enamores, sino es de mí.

No sé qué más escribir, sólo no quiero que te enamores.  Siento que si eso pasa, me pasará a mí.

Pienso que si te enamoras de otro, dolerá el corazón como una pedrada que impacta contra un cristal, frágil, sin poder oponer resistencia.

No te enamores, sólo haz algo conmigo.  Hazme descansar del amor que te profeso por decisión.

No te enamores, y si a caso se te ocurriera hacerlo, que sea de mí, por favor.

miércoles, 13 de junio de 2012

Nunca te he visto, no sé si existes.

Me emociona la idea de conocerte, algún día, quizás, no tengo prisas, aunque admito que hay momentos en los que desearía con todo mi corazón tenerte cerca, sólo para darte un abrazo, ver las estrellas y planear lo que haremos el fin de semana juntos.

No te conozco, pero ansío el día, si es que llega, en que pueda verte frente a mí, deleitar una de tus sonrisas que son capaces de derretir a cualquier simple mortal.  En realidad, creo que exagero un poco, pues nunca te he visto, pero imagino lo que ha de ocurrirle a las personas que disfrutan ante sí de tus sonrisas.

Mira al techo antes de dormir, sonríe por la vida, disfruta del momento.  Debes saber, espero, que en cualquier parte estoy yo pensando también en poder simplemente verte.  Es una extraña obsesión que seguro acabará al satisfacerla.

Es uno de esos placeres que la vida nos permite darnos.

Ilusióname, por favor.
Hazme sonreír diferente, mejor, de otra manera.

No sé si te veré o si existes.

P. D.  Pensándolo bien, quizás sí te conozco y sí te he visto.  Pensándolo bien eres la misma de siempre, en todos lados.